SEMIÓTICA Y CIENCIAS HUMANAS, SEGÚN
DESIDERIO BLANCO:
LA INTERDISCIPLINARIEDAD
Jhon Monsalve
Blanco, D. (2006). Semiótica y ciencias humanas. En:
Revista Letras. Lima: Universidad de Lima.
En
el año 2004 el semiólogo Desiderio Blanco presenta una ponencia al Seminario
Taller de Investigación “Fernando Tola Mendoza”, en Lima, que tituló:
“Semiótica y ciencias humanas”. En este trabajo hace un esbozo sobre la
relación que tiene la semiótica con otras disciplinas humanistas. Para ello,
divide en seis apartados sus ideas y propuestas, enfatizando, en cada uno de
ellos, sobre algún tema en particular del área de la semiótica en relación con
las ciencias humanas.
El
primer punto pone en contexto la temática general del documento. La semiótica
se presenta como una ciencia interdisciplinar, que sirve y se sirve de las
demás ciencias humanas e incluso de las naturales. Desiderio expone los dos
rasgos que caracterizan la investigación científica: el objeto de estudio y el
método. Luego presentar el signo como objeto de estudio de la semiología, y la
significación, como el objeto de la semiótica. Esta última deja de centrar su atención solo en la lengua
y pasa a centrarla en el discurso en acto.
Asimismo, hace un recorrido sobre los avances metodológicos de la teoría
greimasiana, comprendiendo tales cambios en relación con diferentes
disciplinas: del estructuralismo, por ejemplo, surgió el cuadrado semiótico, y,
con el tiempo, las modalidades trajeron consigo el estudio de las pasiones,
que, a primera vista, daría la impresión de que pertenecen más al campo de la
sicología.
El
segundo apartado presenta los principales rasgos que relacionan a la semiótica
con las ciencias humanas y las naturales. La Química deja, por ejemplo, los
conceptos de isotopía y de valencia. La lingüística, por parte de Saussure,
dejó la noción de significante y significado, que luego complementó Hjemlslev
con la expresión y contenido; esta es la base de la significación semiótica,
pero ahora no solo en la lengua, sino en cualquier discurso, en cualquier
lenguaje.
Del
formalismo, la semiótica adoptó las formas narrativas. Esta es la razón por la
cual Greimas propuso el esquema actancial, en el que reducía las 31 funciones
propuestas por Vladimir Propp para el análisis del cuento de hadas. De la
fenomenología emergieron los siguientes conceptos semióticos: el sema
figurativo; la estesis, entendida
como la relación (necesaria en el proceso de significación) que debe haber
entre el sujeto y el mundo sensible; la intencionalidad, que difiere de la intención,
en cuanto que esta última queda en la periferia de lo que un discurso en particular
significa por sí mismo. El esquematismo de Kant se verá reflejado en la teorización
del esquema tensivo: correlaciones inversas y conversas, valencias que aumentan
mientras otras disminuyen o que mantienen el mismo equilibrio, respectivamente.
Aunque también hay relación con el sicoanálisis o con otras ciencias naturales,
el autor deja claro que las adopciones que se lleven a cabo “requieren un trabajo
creativo de adaptación a la metodología y al objeto de la disciplina acogida”
(p. 65).
El
tercer ítem, expone la convergencia entre la ciencia cognitiva y la semiótica
tensiva, a partir del concepto de enacción,
entendido como la no disociación entre el sujeto y el mundo. Este rasgo guarda
relación, de algún modo, con la estesis expuesta
arriba y que deriva de la fenomenología. Sin esta cualidad (me refiero a la
enacción) no podría llegarse al sistema de valores, producto de la interacción
del humano con el mundo a partir de las diferencias y matices que de él puede
percibir.
En
continuidad con el tema del apartado anterior, Desiderio expone en el cuarto
punto la relación que hay no solo entre esta disciplina y las de las ciencias
humanas, sino también entre los conceptos de la semiótica misma. Para ello cita
la teoría Peirciana que aporta elementos considerables al estudio de las
modalidades y de la semiótica tensiva: la primeridad, que comporta el icono; la
segundidad, que conlleva el índice, y la terceridad, que converge con el
símbolo. Estas características las hallamos en todo proceso de significación
del humano frente al mundo.
El
quinto punto expuesto por Desiderio evidencia la importancia de la praxis
enunciativa en los discursos. Según el autor, toda disciplina es un discurso
particular y, por lo tanto, llevan consigo actos de enunciación, que son, en
últimas, los que permiten la adaptación de teorías entre una ciencia y otra. Así
las cosas, “la praxis enunciativa es la que hace posible la
interdisciplinariedad” (p. 71).
En
último ítem el autor aclara que el papel de la semiótica en las relaciones interdisciplinarias
no llega al punto de definir lo significativo en cada una de las áreas. Lo que
aporta, según Desiderio Blanco, es el concepto de “pertinencia”, el eco que un
problema de una ciencia específica pueda ocasionar en otra. Para complementar
lo anterior, se vale de la mira intencional (la calidad o el rigor) y de la
captación, como operaciones que llevan a concluir “el dominio de pertinencia de
cada ciencia” (p. 72).
Entonces:
La semiótica como disciplina, caracterizada de tal manera por poseer un objeto
de estudio y un método (en constante estudio, además), está en constante
relación con las ciencias humanas y naturales. Habría que pensar hasta qué
punto los investigadores, sin importar la disciplina, identifican y comprenden
los aportes que han recibido de la semiótica. Tal vez, si tomamos el rasgo de
“pertinencia” que expone Desiderio Blanco al final de la ponencia, podríamos
deducir que el estudio del sentido o de la significación, tal cual lo define él
mismo, no aporte más que la posibilidad de discriminación
entre los factores que pueden o no ser estudiados entre las diferentes
ciencias. Si lo dejamos hasta ahí,
volveríamos a considerar la ciencia semiótica no como tal, sino como una
metodología para lograr fines en las diferentes disciplinas del conocimiento.
Al parecer, el objetivo de esta ponencia no era otro que exponer los aportes de
otras ciencias a la semiótica. Creo que es necesario, por parte del autor,
identificar y aclarar, en otro texto, los aportes que la semiótica ha hecho a
las diversas disciplinas.