lunes, 19 de noviembre de 2018

Conocimiento en las Ciencias Sociales para procesos de investigación


EL CONOCIMIENTO EN LAS CIENCIAS SOCIALES: OBJETIVIDAD, SUBJETIVIDAD, PARADIGMAS, TÉCNICAS Y RELACIONES DISCIPLINARES EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL
Jhon Alexánder Monslave Flórez
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Imagen tomada de: https://proyectoseducativoscr.wordpress.com/2015/10/11/la-investigacion-cientifica/
Nota aclaratoria: Comparto a continuación la relatoría que realicé sobre el primer eje temático de la asignatura Teoría Social I, de la Maestría en Métodos y Técnicas de Investigación Social. En ella pueden hallar nociones generales sobre objetividad y subjetividad, paradigmas y técnicas de investigación, así como aclaraciones sobre interdiciplinariedad, transdiciplinariedad y multidisciplianariedad.

Descripción general de la sesión
“El conocimiento en las Ciencias Sociales” es el primer núcleo temático de la asignatura “Teoría social I” del primer semestre de la Maestría en Métodos y Técnicas de Investigación Social. La primera sesión se caracterizó, principalmente, por  aspectos que serán desarrollados en las próximas páginas: la conceptualización en torno al método científico, a la verdad, a la multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, así como a la relación directa entre teoría y metodología. En la medida en que se vayan reseñando estos conceptos, se relacionarán con las preguntas de los talleres escritos que fueron elaborados en clase. 

Descripción particular de los conceptos y talleres abordados en el aula
Ante todo, y con el fin de relacionar la teoría social con el proceso de investigación en Ciencias Sociales, se reflexionó sobre el concepto de método científico, caracterizado por partir de un cuestionamiento y concluir con la validación cierta o falsa de una hipótesis. El método científico se compone, por tanto, de una pregunta, a partir de la cual surge una hipótesis que es validada con experimentos, los cuales ofrecen resultados analizables con el fin de determinar si tal hipótesis es oportuna o no. De esta caracterización del método científico, se plantea, para Ciencias Sociales, el siguiente orden en procesos de investigación: elección del tema, preguntas relacionadas con el tópico, lectura del estado del arte, definición del objeto de estudio, problematización, construcción del marco teórico (el cual determina la perspectiva epistemológica), planteamiento de hipótesis, prueba o estudio de tal hipótesis y conclusiones.
Paso seguido, el profesor William Plata, orientador del curso, hace precisiones sobre las diferencias entre método y técnica de investigación. Desde algunas bases teóricas, se concibe el método como la posición epistemológica del investigador. En los estudios históricos se pueden analizar fenómenos con base tanto en los discursos de poder como en los discursos del pueblo. La visión define, por tanto, el método de investigación que, en otras palabras, se comprendería como la posición ideológica desde la cual se aborda la pesquisa. El profesor hace especial hincapié en no confundir el método de investigación con la técnica; según lo que expone, la técnica da cuenta de cómo se realiza la investigación, es decir, a partir de qué enfoque; por ejemplo, si es etnografía, fenomenología, investigación experimental, no experimental, etc. A propósito de este tema, los participantes del curso leyeron, para el segundo taller de aula, el artículo “Investigación Alternativa: Por una distinción entre posturas epistemológicas y no entre métodos”, de Páramo y Otálvaro (2006). En la plenaria, uno de los participantes del curso hizo ciertas precisiones terminológicas que le llamaron la atención. Los autores diferencian, en este texto, entre posturas epistemológicas y estrategias de investigación. Los términos varían con respecto a otras fuentes, pero la esencia es la misma: las posturas epistemológicas son entendidas como la orientación filosófica y científica de la investigación, es decir, si es positivista o alternativa, mientras que las estrategias se comprenden como “el enfoque general de la investigación, ya sea etnografía, investigación-acción, estudio de caso o análisis histórico” (p. 3). En esta variación terminológica desde fuentes diversas, debe prestarse atención a no confundir el concepto de técnica, pues, en comparación con otras referencias bibliográficas, la técnica, desde esta mirada, es el instrumento con el cual se recogen los datos para el análisis.
Otro de los conceptos fundamentales durante la primera sesión fue el de “verdad”, que se relaciona con los conceptos de objetividad y subjetividad en Ciencias Sociales. El profesor, en el primer taller, planteó una actividad de análisis con respecto a la decisión de Tomás de Cipriano de Mosquera en 1861 contra el clero colombiano, que se resistía a cumplir el decreto sobre desamortización de bienes de manos muertas. Para ello, el profesor Plata propuso cuatro textos que daban cuenta de dos miradas ideológicas diferentes sobre el mismo punto: la perspectiva del clero y la perspectiva del gobierno. Ante ello, surge la pregunta de quién tiene la verdad. En plenaria, y a partir de la lectura “La objetividad, un debate inacabado”, de Pilar Giménez (2005), se llegaron a las siguientes conclusiones sobre el concepto de verdad y sobre el caso ideológico del siglo XIX. En primera instancia, el concepto de verdad se condiciona por el grupo ideológico que la comparte. Pilar Giménez (2005), antes de hablar de este término, afirma que el objetivismo es imposible de lograr porque quien observa siempre tiene una visión limitada de lo real. Desde el subjetivismo, no se perciben los hechos como verdaderos o falsos, pues se parte de la premisa de que la verdad depende de quien la observe o exprese. Así las cosas, las miradas del mundo son siempre subjetivas, limitadas, condicionadas y comprendidas como verdades por parte de grupos sociales que comparten las mismas visiones de mundo. De este modo, concluye la escritora: “El hecho de admitir que un mismo acontecimiento no puede ser interpretado y contado de la misma forma por dos personas, no equivale a decir que la verdad en la información es imposible, sino que la verdad siempre es observada por un sujeto y éste la conoce desde un punto de vista concreto y parcial” (p. 102). Por lo tanto, la actitud de Tomás Cipriano de Mosquera para acusar al clero de incumplir con el decreto sobre la desamortización de bienes de manos muertas parte de una verdad compartida, desde un grupo social, y contrasta con la ideología del clero y de los que lo apoyan. Desde la investigación social, considerar los actos de Cipriano de Mosquera o del clero colombiano como verdaderos implican una visión completa de los hechos, como la postura política del mandatario y los intereses particulares que perseguía, así como las condiciones del clero colombiano en el ámbito religioso y político. El profesor William Plata consideró importante partir de una honestidad subjetiva para tomar una postura ante el hecho histórico, es decir, una actitud académica y de rigor que busque la mayor cantidad de información para interpretar la realidad histórica de la manera menos parcial posible.
Paso seguido, se propuso el estudio de tres conceptos que, aunque comparten la raíz etimológica, definen metodologías diferentes que aportan a las interpretaciones sociales en las investigaciones. La multidisciplinariedad se comprende como el estudio de un tema general desde disciplinas diferentes, que no comparten los mismos fines de investigación. Un estudio multidisciplinar, por ejemplo, de la integración a la sociedad de personas que hicieron parte de las guerrillas colombianas podría realizarse desde la sociología, la historia y la semiótica: tres disciplinas, condicionadas por las características propias de sus teorías y métodos, pero orientadas hacia el mismo tema de investigación. Por su parte, un estudio interdisciplinar implica analizar el mismo objeto de estudio desde diversas disciplinas. Se puede, por tanto, investigar cuáles fueron las consecuencias de la guerra en Colombia a partir del análisis de los discursos de quienes estuvieron directamente implicados, desde una perspectiva fenomenológica y semiótica. Es, entonces, el estudio de un problema a partir de varias disciplinas. En el caso de la transdiciplinariedad, un objeto de estudio se aborda desde las metodologías y teorías que son compartidas por varias disciplinas. Normalmente, la fenomenología, la antropología y la semiótica utilizan la etnografía y, desde sus bases teóricas, pueden aportar a la comprensión de los discursos sociales. Una investigación sobre los sentidos de la muerte en culturas indígenas colombianas puede realizarse desde la fenomenología, pero nutrirse, así mismo, de las teorías y métodos semióticos y antropológicos.
Una de las preguntas del segundo taller apuntaba a las consecuencias de la unidisciplinariedad. En plenaria los participantes expusieron sus puntos de vista al respecto sobre la mirada escasa de una investigación desde un solo campo disciplinar. Partiendo del artículo “Complejidad, transdisciplina y metodología de la investigación social”, de Mayra Espina (2007), se comprende que la transdiciplinariedad no determina una actitud de “todero” del conocimiento, sino, más bien, la comprensión ética de que el saber no pertenece a una sola disciplina y que, con base en otras, se puede llegar a mejores conclusiones. El estudio exclusivamente disciplinar se basa en el “aislamiento, separación, control que obvian o consideran subalternas las cualidades que surgen de la interconexión de partes, de la configuración de la totalidad y de la interferencia sujeto-objeto y las posibles dualidades o ambigüedades” (p. 32).
Por último, se retoma la relación entre teoría y metodología, a partir del artículo de Páramo y Otálvaro (2006). En plenaria se plantea, nuevamente, la diferencia entre paradigma y estrategia de investigación. Se insiste en el hecho de que el primero determina la perspectiva epistemológica de la pesquisa, mientras que la estrategia (en otras referencias, la técnica) se comprende como el enfoque de investigación. Esto lleva a concluir la parte teórica de la primera sesión de Teoría Social I: el método de investigación ofrece un camino holístico y pertinente para la interpretación social, que va desde el planteamiento del tema hasta la corroboración de las hipótesis. La perspectiva epistemológica de donde la cual el investigador determina su concepción de mundo; la estrategia, por su parte, configura el enfoque utilizado según las características de la pesquisa.
Lo anterior no puede comprenderse sin considerar que lo que buscan los procesos de investigación social es la interpretación de la realidad y, por ello, no puede evadirse la concepción de “verdad” desde una perspectiva filosófica. Se ha descrito en las anteriores páginas que la verdad depende de la manera como perciben el mundo los grupos sociales caracterizados por diversas ideologías.  El investigador, ante tal sentido de verdad, se orientará por mantener la honestidad subjetiva, es decir, procurará leer la mayor cantidad posible de documentos desde diferentes perspectivas para otorgar un rigor importante a sus visiones de mundo. Para lograrlo, puede limitarse a una sola disciplina, pero, tal cual lo afirma Mayra Espina, reducirá su comprensión del fenómeno estudiado. No obstante, desde lo transdiciplinar, podrá hacer uso de metodologías y teorías de otros campos que ayuden a complementar esta visión; desde lo interdisciplinar, el investigador puede apoyarse en otras pesquisas que se estén desarrollando en torno al mismo objeto de su interés; desde lo multidisciplinar, puede aportar y nutrirse de un tema de estudio general para todos los interesados en la investigación. De esta manera, queda la base sobre la concepción general del conocimiento en las Ciencias Sociales.

Bibliografía

GIMÉNEZ Armentia, Pilar (2005). “La objetividad, un debate inacabado” Comunicación y Hombre 1, 91-103.

ESPINA Prieto, Mayra Paula (2007). “Complejidad, transdisciplina y metodología de la investigación social” Utopía y Praxis Latinoamericana 12-38, 29-43

PÁRAMO, Pablo y OTÁLVARO, Gabriel (2006). “Investigación Alternativa: Por una distinción entre posturas epistemológicas y no entre métodos” Cinta de Moebio, 25, 1-7.