EL MÉTODO DE ANÁLISIS SEMIÓTICO: UNA APROXIMACIÓN A LA INTERPRETACIÓN POR MEDIO DE LO PATÉMICO Y UNA REFLEXIÓN SOBRE EL PAPEL DEL INTERPRETANTE
Jhon Monsalve
Imagen tomada de la web
MUCCHIELLI
Alex (sous la direction). Dictionnaire
des méthodes qualitatives en sciences humaines. 2e Ed., Paris: Armand Colin, 2004.
Traducción de Horacio Rosales, profesor de la Escuela de idiomas de la
Universidad Industrial de Santander, marzo 2007.
MUCCHIELLI
Alex (sous la direction). Semiotique
(méthode d’analyse). En : Dictionnaire des méthodes
qualitatives en sciences humaines. 2e
Ed., Paris: Armand Colin, 2004.
Tal
parece que el método semiótico, entendido como tal y no como producto de la interpretación,
ha variado en el transcurrir de los años, en la medida en que se reafirma y se
vuelve apto para el análisis de un tema en particular, en cualquier disciplina.
Esto es importante: no solo el método semiótico está hecho para un acercamiento
a la interpretación literaria, sino también para una aproximación a la
comprensión de otras ciencias humanas. Fontanille deja esto claro en un
artículo publicado en el Diccionario de
métodos cualitativos en ciencias humanas: “Semiótica de los textos y de los
discursos (Método de análisis)”.
La
semiótica, según lo expuesto por Fontanille, dispone de ciertos niveles que se
articulan en el análisis discursivo:
estructuras semánticas elementales, estructuras actanciales, estructuras narrativas
y estructuras figurativas, que harían parte, sin duda, del modelo canónico
greimasiano. De ese modo, podrían hallarse oposiciones entre valores
(estructuras semánticas elementales) en un discurso cualquiera: [vida-muerte],
por ejemplo, que se presenta gracias a una interacción entre un sujeto y un
objeto determinados.
Como
se indicó al principio, el análisis semiótico aporta solamente los antecedentes
de la interpretación, a partir de algunos niveles, en los que ahora se
encuentra la modalidad, es decir, la condición de lo pasional en el discurso.
En otras palabras, ahora los análisis semióticos también tienen en cuenta lo
patémico, en dos instancias modales: entre un querer y un hacer y entre un
deber y un creer. En voz de Fontanille (2004, p.3): “Las modalidades
constituyen una de las entradas mayores en la dimensión pasional del discurso:
los estados de ánimo del sujeto no se forman a partir del proceso en sí mismo,
sino a partir de las captaciones modales a las cuales él es sometido”.
Paso
seguido, Fontanille explica por medio de un ejemplo sus ideas con respecto al
análisis semiótico del discurso. Para ello, parte del siguiente enunciado: El mar rugiente desestabiliza las
embarcaciones asustadas. Después de hacer las apreciaciones concernientes
al análisis de esta proposición a partir de la Sociocrítica, la Estilística, la
Retórica y la Psicocríta, presenta los rasgos propios de un análisis semiótico
que incluye la estructura semántica, las estructuras actanciales y, por último,
las modales, que dan cuenta de los estados de los sujetos que interfieren en la
acción. Así, se entraría a revisar el verbo
desestabiliza que causa ciertos efectos en el sujeto pasivo muy diferentes
a un hundimiento o a una destrucción.
Ahora
bien, y a modo de complemento, R. Marty afirma que el análisis semiótico no es
un análisis de partes, sino un complemento de la solidaridad de los elementos
que componen un objeto complejo. Según este autor, la complejidad puede
representarse en un diagrama en el cual los elementos constitutivos formen la
totalidad de un objeto en particular. Lo novedoso en esta propuesta es que, al
parecer, a diferencia de las propuestas de Fontanille, Marty propone y adjudica
un papel al interpretante dentro del proceso de análisis.
Entonces,
con base en lo propuesto por Fontanille y por Marty, tenemos un método que, a
mi modo de ver, es más completo y que va más allá de lo estudiado por Greimas
hacia los años 70 del siglo pasado. Ya vemos que tal método no puede utilizarse
únicamente en la narrativa, sino también en todas las ciencias sociales y en
todo acto discursivo. Me parece muy interesante el papel del interpretante que
rescata Marty porque, aunque se supondrían que en un análisis es imprescindible
el lector, la semiótica parisina, por lo visto, no lo ha tenido en amplia
consideración.
Gracias por su reflexión, estoy empezando a estudiar semiótica, leo a Bertrand. Fontanille y Marty no los conozco, voy a intentar encontrar algo, un saludo desde Brasil.
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