martes, 25 de enero de 2011

Reseña "Formas Narrativas", capítulo 2 del libro Análisis semiótico del discurso, de J. Courtés

Reseña "Formas narrativas", capítulo 2 del libro 
Análisis semiótico del discurso, de J. Courtés
Jhon Monsalve

Imagen tomada de internet

COURTÉS, Joseph. Formas Narrativas. En: Análisis semiótico del discurso. Gredos, 1997.
Joseph Courtés en el capítulo dos de su libro Análisis semiótico del discurso trata, desde una perspectiva semiótica, de explicar una forma global para abordar la Narratividad, teniendo en cuenta oposiciones, como permanencia y cambio, que se presentan en frases, enunciados y discursos. A medida que se lee el texto, se encuentran taxonomías de oposiciones, debido a que el relato, que es tal vez el tema central, implica la distinción de por lo menos dos estados separados por sus respectivos contenidos. Entre las oposiciones se encuentran la identidad y la alteridad, que representan, respectivamente, a un personaje que es el mismo durante toda la obra, pero que sufre transformaciones.
Courtés presenta tres tipos de oposición: las categoriales, es decir, las que no admiten términos medios, como falso y verdadero, las graduales, que presenta un tipo de escala, de mayor a menor o viceversa, donde se evidencia la presencia de términos medios, como de caliente a helado, en cuyo medio, según la escala, están, al menos, tibio y frío; y por último, las oposiciones privativas en la que una comprende un rasgo dado del que la otra está privada, como vida y muerte; muy semejante esta oposición a la complementariedad lingüística: si no está vivo necesariamente está muerto, y guarda relación con la presuposición recíproca que más adelante se comenta.
Se reitera en el texto la importancia, para la coherencia de éste, de la identidad y la alteridad, donde si no hubiera cierta semejanza entre el inicio y el final del relato, éste quedaría incomprensible. Joseph Courtés presenta sus argumentos mientras cita a V. Propp y algunas de las funciones que propuso para el cuento maravilloso, y es precisamente con un cuento, el de Cenicienta, como deja clara la dicotomía de este párrafo: la identidad se presenta en Cenicienta que siempre es la misma aunque pase de la humillación a la exaltación, que sería la alteridad. A renglón seguido, da una definición de relato: Transformación situada entre dos estados sucesivos y diferentes; de esta forma, no es posible contar algo si no es en la relación del antes y después, del ascenso y del descenso: es característica del relato clásico, pero puede pasar a ser un discurso fantástico, cuya característica principal sería el relato reversible; Courtés propone como ejemplo el evangelio de San Juan, aquí se sugiere, también como ejemplo, a Alejo Carpentier con “Viaje a la Semilla”.
Presenta después la oposición entre estatismo y dinamismo que es equiparable a los estados y a las transformaciones, respectivamente, en el que el primero puede hacer parte de una descripción, y el segundo, de una narración. Sin embargo, inmediatamente, aclara que la diferencia no es clara, debido a que la descripción no puede desligarse de la narración. El autor presenta esquemas en los que puede pasarse o bien de un estado a otro o de una transformación a otra, cada una reversible; no obstante, para continuar con sus argumentos advierte que el esquema único de ahí en adelante sería:
Estado 1       Transformación      Estado 2
Y como ejemplo pone una superficie sucia, que sería el estado 1, luego, una señora limpiando, que sería la transformación, y por último, el estado 2 que sería la superficie limpia.
Para presentar como tema el programa narrativo, Courtés hace un recorrido por la sintaxis tradicional, del sujeto y predicado, hasta el sintagma nominal y verbal de Chomsky, aclarando que este tipo de enunciado mínimo (sujeto vs predicado), propuesto por Martinet, es inadaptable al relato por su binarismo. Cita a Ternière y su definición de verbo como centro del nudo verbal; a clara que el verbo es un proceso, que los actantes son los que participan en él, y que el primero se define como la relación entre actantes. Cuando centra su atención en el sujeto y el objeto, Courtés dice que aunque la semiótica no define al sujeto y al objeto, la semiótica narrativa los tiene en cuenta según la estructura sintáctica, y como pequeña conclusión al respecto, aclara que hay que postular una orientación que vaya del sujeto al objeto y no viceversa. Comenta después que de la dicotomía de los estados y transformaciones parten la función-junción que corresponde al estatismo, y la función-transformación, que corresponde al dinamismo. La primera puede ser negativa o positiva, pero siempre estática, la segunda es siempre un enunciado de hacer, que presupone dos enunciados de estado; el enunciado de hacer es transitivo. Termina la primera parte del texto diciendo que entre este tipo de enunciado, puede presentarse sincretismo o reflexibilidad, es decir, que el sujeto de hacer sea el mismo pasivo; pone como ejemplo al ladrón, que es sujeto cuando roba, y pasivo, a la vez, porque lo hace para sí.
La segunda parte del texto está centrada en relaciones del plano sintagmático y paradigmático y en conceptos como dones y presuposiciones inmersos en los programas narrativos. El autor cita a Mauss para aclarar el concepto de don y contradon, que pone siempre en juego un objeto que es dado y luego retribuido. Al hablar de presuposiciones, las divide en dos: recíproca, que es simétrica, donde, por ejemplo, solo se puede cerrar si antes estaba abierto; y la simple que es asimétrica, donde, por ejemplo, si se entrega algo no implica que lo acepten; y es ésta última la conocida en semiótica narrativa entre el programa narrativo de base y el programa narrativo de uso, que es una relación sintáctica, performance y competencia, respectivamente. Como ejemplo de lo anterior, el autor sigue basándose en el cuento Cenicienta, afirmando que en el final cuando el príncipe se casa con la heroína, es un hacer del orden de la performance, y presupondrá una competencia correspondiente, como el querer-hacer, y literalmente Courtés dice: “El encuentro de los dos querer-hacer (el de Cenicienta y el del príncipe) define la conjunción amorosa que remite tradicionalmente al matrimonio”. Después de un esquema que presenta el autor, habla de la lógica en reversa como técnica de ir de presuposición en presuposición, de forma reversible en un relato, en contraargumento a Bremond que propone un modelo de secuencia elemental; sin embargo, Courtés afirma que Bremond quiere ser cronológico y lógico a la ve, donde, en primera parte, continuaría su secuencia, y en segunda parte, estaría de acuerdo con la lectura inversa de un cuento o relato, según lo denominado como lógica inversa, porque todo es mejor comprendido cuando ya ha sido total mente proferido.
Termina la segunda parte, y última reseñada, con dos textos: uno, de una receta; otro, de un cuento. En el primero, centra la atención en los subprogramas narrativos que se derivan de un programa narrativo; así, en la receta, puede notarse la fabricación de una sopa, que sería el programa narrativo 1 y que se desprende de él cada una de las tantas recomendaciones para llegar al objetivo; éstos serían los subprogramas narrativos.
El segundo, el cuento, está entre las complejizaciones de tipo paradigmático, donde se tratan las dos formas de circulación de objetos entre objetos: una es la comunicación participativa en la que el donador no pierde de ninguna manera lo que dona, como la reina de Inglaterra que dona sus poderes al ministro, pero que no deja de ser reina; dos es el sistema cerrado de los valores, es decir, lo que se quita a un sujeto se hace en provecho de otro. Se presentan casos, afirma el autor, en que los programas narrativos contrarios son asumidos por dos actores, donde uno es sujeto, y el otro, antisujeto, que sería, respectivamente, la obtención de un objeto y la privación del mismo, como en el cuento “El mágico mantel”, cuyos antisujetos son privados del regalo del hada que sus padrastros, que son sujetos, lo obtuvieron para su único beneficio. Concluye hablando de programas narrativos y antinarrativos, en los que “nos permite leer, por ejemplo, en un cuento dado, no solo la historia del héroe, sino también, de forma inversa y presupuesta, la del traidor”.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por tu reseña, me sirvió mucho para un trabajo de la universidad.

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