sábado, 26 de octubre de 2013

El día de la Biblia: Halloween vs. El cristianismo bumangués

El día de la Biblia: Halloween vs. El cristianismo bumangués
Jhon Monsalve
Imagen tomada de internet
El 26 de octubre de 2013, en el norte de la ciudad, más específicamente, en el Barrio Kéneddy, se llevó a cabo una marcha en conmemoración del día de la Biblia. Hicieron un pequeño tapón, que no superó los cinco minutos de espera; la gente parecía comprensiva, nada similar a cuando los estudiantes de la UIS marchan en defensa del bien popular: nada de papas bomba, ni de malas palabras, ni de grandes multitudes; solo carteles, una pequeña banda, un ruido suave y camisetas sudadas y blancas. Buses repletos de mujeres, de ancianos, de seguidores de Cristo. Uno de los buses de Transcolombia que estaba esperando a que la pequeña multitud pasara quedó frente a uno mucho más grande, en el que se transportaban varias señoras con Biblia en mano que sacaban la cabeza para predicar, mientras tanto, su evangelio, su biblia, sus aprendizajes personales de interpretaciones personales de un pastor cualquiera. Mujeres que dicen seguir a Cristo porque importunan a la gente sin respetar las creencias de cada quien, solo porque sienten la potestad de que su religión es la única y verdadera. Si bien es cierto que Jesús, antes de su ascensión, dejó como tarea la de predicar el evangelio, también lo es que esta acción no representa en nada la complejidad ética y moral que caracterizaba a Jesucristo (si es que existió): un hombre que siempre pensó en los demás y que nunca le deseó el mal a nadie. Apuesto lo que quieran a que al menos el 80% de los que marchaban y viajaban en bus con fines cristianos desean hoy, como nunca, que Francisco Santos sea el próximo presidente de Colombia, y si no es él, entonces, Zuluaga o cualquier uribista que manche de sangre y de guerra este país carente de paz.
Bueno, en fin, el caso es que cuadran todo para que el mes de la Biblia concuerde con el de las brujitas. Es más, según un periódico virtual cristiano, en el año 2009 en Bucaramanga, los concejales decretaron como día de la Biblia el 31 de octubre, bajo un argumento insulso: “Por iniciativa del diputado Carlos Alberto Morales y aprobación de la plenaria, se establecerá el 31 de octubre como la fecha en la que los santandereanos celebrarán el Día de la Biblia. Según sus argumentos, la iniciativa busca ‘renovar valores, rescatando principios éticos y morales necesarios en la construcción de nuestra sociedad’, acotó Morales”. ¿Y es que acaso los valores y los principios éticos los brinda la religión? Recordemos las Cruzadas y la Inquisición: acciones cristianas llenas de una profunda ética, basada en el crimen, en la intolerancia y el irrespeto. Veamos la educación colombiana: católica, evangélica y uribista. No podemos negar que más que rescatar valores lo que se quiere es cristianizar el Halloween que, para muchos, es pagano y diabólico. ¿Y es que acaso ya no se cristianizó al denominarlo Día de los niños y no de las brujas? ¿O no es un acto cristiano el hecho de que se celebre en la víspera de Todos los Santos? Eso ya lo saben, pero no les basta, porque se han dado cuenta de que la religión no aporta en nada a la ética y a la moral ciudadanas y quieren convencerse estúpidamente de que lo contrario.
¿Y por qué octubre? Pensemos: Colombia celebra el mes de la Biblia en octubre, cuando en realidad, por convención latinoamericana, es en septiembre. Los católicos lo celebran en Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Nicaragua y República Dominicana  en conmemoración del día de San Jerónimo (30 de septiembre de 420), el que tradujo la Biblia del griego al latín. Los evangélicos, por su parte, y en los mismos países, también celebran tal acto, pero, a diferencia de los católicos, en rememoración de la primera traducción de este libro sagrado al español en septiembre de 1569: la Biblia del Oso, que luego sería llamada Reina Valera. Entonces, ¿por qué razón en Colombia y, en especial, en Bucaramanga, se celebra en octubre? Porque queremos ser santos: tapar con una mano el daño que hizo la otra. Halloween es la causa. ¿Los católicos tendrán velas en este entierro bumangués? Parece que no, porque los que marchaban fastidiaban mucho, jodían, cansaban, y los católicos actúan así solo en Semana Santa. Pero, en todo caso, no sé: Todo existe en la viña del Señor. Llegará el día en que me cuele en una de esas marchas para preguntarles si al menos han leído la mitad de la Biblia. Lo más seguro es que no; de lo contrario, ni siquiera marcharían: se darían cuenta de que Dios no es tan bueno como lo pintan, de que Jehová es el dios de Israel y no de Colombia, de las injusticias divinas, de las amenazas de una doctrina que dizque predica amor… de lo mal que han imitado a Jesús… de que hay muchos ateos que, sin quererlo, lo siguen más, porque piensan éticamente.
Solo falta que el 31 de octubre de este año (que cae entresemana; por eso, marcharon con anticipación), veamos a gente disfrazada de Biblia. No sería raro. La religión y la política a veces son tan predecibles: disfraces de Biblia y arengas a favor de Francisco Santos o de Zuluaga… El país que queremos.


2 comentarios:

  1. Excelente Critica Jhon! me dejaste pensando cuando dices los seguidores han leido la Biblia completamente? yo creo que no. y que hay mas ateos con mas eticas. esto me encanto!
    lo digo porque a veces te topas con Cristianos que no tienen nada de cristianismo.

    ResponderEliminar