martes, 7 de junio de 2011

Digo lo que me dicta mi corazón sereno, Juan Antonio González Iglesias


Breve acercamiento al análisis estructural y semántico del poema Digo lo que me dicta mi corazón sereno, de Juan Antonio González-Iglesias
Jhon Alexánder Monsalve Flórez





Digo lo que me dicta mi corazón sereno
Juan Antonio González-Iglesias

                             Homenaje a Darío Jaramillo
     a partir de unas palabras de Ezra Pound


Otros escriben para desconcierto
de las generaciones actuales
y venideras. Yo
Sólo aspiro a que alguien
(no necesariamente en el futuro)
en alguna cultura muy antigua
me comprenda.
   Este poema está caracterizado por su escritura en verso libre. Comienza con un epígrafe que, adelantándose al poema, ubica al lector en un contexto específico; en este caso, presupone que lo que el yo poético dirá en él hará parte de un homenaje que le hace al poeta colombiano Darío Jaramillo, según unas palabras del poeta estadounidense Ezra Pound.  El poema está compuesto por siete versos, en los cuales se encuentra uno que está entre paréntesis y que aclara la información que se presenta en  los últimos cuatro versos; los tres primeros podrían ser una especie de introducción para lo que el yo poético quiere expresar con los cuatro últimos.
   En cuanto a las figuras retóricas que pueden encontrarse en el poema, al parecer podrían identificarse dos: la sinestesia, en el título, cuando se afirma Digo lo que me dicta mi corazón sereno, porque se le da al corazón una función metafórica de hacer algo (dictar, en este caso) que  normalmente no puede hacer; por otro lado, está la aliteración: en el primer verso, por ejemplo,  la ere se repite en todas las palabras que lo componen.
   Por otra parte, para establecer los actantes del poema de Juan Antonio González-Iglesias, o tal vez de cualquier otro poema o texto literario, sería necesario conocer lo que Joseph Courtes dice al respecto en el segundo capítulo de su libro Análisis semiótico del discurso: “Los actantes son los seres o las cosas que, bajo cualquier tratamiento y de cualquier modo, incluso como simples figurantes y de la manera más pasiva, participan en el proceso”[1]. De esta forma podría  decirse que,  cuando el yo poético hace referencia a los otros, en el primer verso; a las generaciones, en el segundo; cuando dice yo, en el tercero, o cuando en el cuarto verso dice alguien, todos los anteriormente puestos en itálica son actantes, y se establecen como tales porque de forma activa o pasiva participan en el proceso, que se toma como lo que expresa el verbo. De esta forma, otros participan de forma activa en el proceso expresado por escriben, igualmente que las generaciones, de forma pasiva, en el mismo proceso; yo participa de forma activa en el proceso expresado por el verbo aspiro, y alguien, de forma pasiva, participa en el mismo proceso.
   Ahora bien, si se habla del contenido semántico del poema, estaríamos en la estructura profunda del análisis de éste: qué quiso decir el yo poético, de qué está hablando. (Para esto, sería importante y necesario conocer las palabras que Ezra Pound dijo a Darío Jaramillo, palabras muy difíciles de hallar en la red [?]). Se puede ver que el poema presenta, en esencia, un yo poético que  escribe lo que su corazón le dicta, sin pensar necesariamente en lectores futuros que tal vez no  comprendan su escritura. El yo poético aspira simplemente a que aquello que su corazón le dicta sea comprendido por alguna cultura antigua, sin desconcertar con sus temas y poemas, dictados por el corazón, a nadie del presente o del futuro, donde la serenidad (esto por el título del poema) se ha perdido y va a perderse. Las figuras semánticas están, en el poema, tan escasas como las retóricas; por lo tanto, se podría  hablar tal vez de una metáfora global del texto, una metáfora que como todas esconda en su esencia el significado que en este texto trató de buscarse.

BIBLIOGRAFÍA
COURTÉS, Joseph. Formas Narrativas. En: Análisis semiótico del discurso. Gredos, 1997. Pág. 109.
GUTIÉRREZ, Javier, HERTFELDER, Cynthia. Cómo estudiar literatura: Guía para estudiante. Barcelona: Vicens Vives, 1984.




[1] COURTÉS, Joseph. Formas Narrativas. En: Análisis semiótico del discurso. Gredos, 1997. Pág. 109.

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