viernes, 9 de agosto de 2013

La búsqueda de una cohesión humana: reflexiones éticas del diario vivir

La búsqueda de una cohesión humana: reflexiones éticas del diario vivir
Jhon Monsalve

Imagen tomada de internet
Nuestro tiempo parece ser a la vez el tiempo del avance y de la retrospección. No hay que poner en duda que el progreso tecnológico de los últimos años ha permitido que el humano tenga una vida más cómoda, pero esta comodidad no puede justificar de ninguna manera el daño ambiental que la tecnología causa. Las industrias arrojan los desechos a los ríos, los automóviles eliminan a diario gran cantidad de CO2 que deteriora poco a poco la capa de ozono y hasta el humano, que piensa solo en su beneficio, no encuentra más lugar que la calle para botar el papel que estorba.
El problema de lo anterior podría radicar en el egoísmo. Pensamos solo en nosotros, en nuestros intereses y si, para lograrlos, debemos dañar el planeta Tierra y pasar por encima de nuestro prójimo, lo hacemos porque pensamos tan individualmente que la sociedad y sus problemas se los culpamos al destino. Y no nos damos cuenta de que con esto podríamos empezar la búsqueda de la verdad: la cohesión de lo humano. Una búsqueda de ética planetaria traería consigo la unión de la humanidad y el rencuentro de esta con la tierra. Pertenecemos a la Naturaleza y lo hemos olvidado; somos uno solo con nuestro prójimo y lo ignoramos apropósito. Posiblemente la verdad la hallemos cuando dejemos nuestros intereses a un lado y actuemos en pro de la Humanidad como conjunto y de la Naturaleza como parte de nosotros, pues solo ahí encontraremos la cohesión de lo humano.
Nos hemos creado la idea de que el ser humano tiene que pasar de un rango a otro, de una posición económica a otra, de un nivel paupérrimo a uno exitoso, de pobre a rico. Parecemos animales de rango inferior que luchan por ser de rango superior y que para alimentarse y aparearse necesitan del permiso del animal superior. Nada más parecido al capitalismo: cada uno que luche por sus intereses; que triunfe el más capaz y el más adinerado y que el resto siga sumido en la pobreza y en la ignorancia.
Ahora bien, el problema descrito en el párrafo anterior no se puede justificar de ningún modo argumentando que de esta manera se forman las clases sociales para la defensa de sus integrantes y marginados. No: el problema radica en que pensamos solo en nuestro beneficio y ponemos excusas como la anterior para excusarnos y justificarnos. Todos como humanidad podemos lograr la ética planetaria y social, que permitiría la vida por muchos más años en la tierra.
En un sistema como el nuestro, los que tienen dinero pueden invertir y multiplicar, mientras que los pobres, con lo poco e injustamente que ganan, hacen lo posible por alimentarse. En nuestro sistema tomamos la industria, la empresa y el avance tecnológico como nos conviene. Pero no nos damos cuenta de las consecuencias: las máquinas industriales, por una parte, causan un daño letal en el medio ambiente y, además, reducen el trabajo de mano de obra, que antaño fue generador  de vasto empleo. La comodidad con la que vivimos nos está matando poco a poco.
En conclusión, podríamos decir que la búsqueda de una cohesión humana se logra con la idea de que unidos podemos salvar la tierra y la sociedad. La Tierra la estamos acabando a diario por el hecho de pensar en nuestros propios intereses, por ignorar que nuestro beneficio puede ser el beneficio de los demás. La cohesión humana podría ser, entonces, la búsqueda ética por excelencia.

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