lunes, 13 de mayo de 2013

La mediocridad de las casas de Juan Manuel Santos: Una limosnita que se olvida


La mediocridad de las cAsAs de Juan Manuel Santos:
Una limosnita que se olvida
Jhon Monsalve
Imagen tomada de internet
No podemos aplaudir con los ojos vendados las cAsitAs que el Ministerio de Vivienda bajo el gobierno de Juan Manuel Santos (y no digo solo “Santos”, porque, posiblemente, en un par de años, habrá otro Santos, pero de nombre Francisco) ha donado, como regalo o limosna, más que como derecho, a algunos ciudadanos pobres del país. La vivienda, al igual que la Educación y la Salud, debería estar entre las prioridades administrativas y políticas. En Colombia el artículo 51 de la Constitución Nacional afirma que: “Todos los colombianos tienen derecho a vivienda digna”, pero, al igual que miles de deberes que el Estado no tiene en cuenta porque recaen sobre sus secuaces, este articulito, casi insignificante, pasa por alto porque ni el pueblo lee, ni el gobierno se esmera para que la gente conozca lo que merece por derecho constitucional.
Sería bueno pensar en la definición que, para la Rama Legislativa de nuestro país, tiene el concepto de “digno” en ese artículo. Puede ser que crean que “digno” es tener, al menos, un techo que proteja al colombiano de las estrellas. Y no encajo aquí la lluvia porque la dignidad quedaría bajo el agua cuando llegase el invierno (como sabe llegar) y arrasara hasta con las sillas oxidadas que decoran la sala. Puede ser que ahora, en este gobierno tan caritativo (tal cual, en los últimos días, lo hemos visto en unos cuantos comerciales que evidencian la gran ayuda que Santos, junto a su Prosperidad para todos, ha dado al país en sus casi tres años de gobierno) la dignidad sea entendida como la limosna de una casa 3X4, en un nuevo barrio sin pecados, y dejada a la deriva del tiempo y del peligro social que asoma la cabeza cuando el Estado desaparece de la misma manera que lo hace un peatón cuando da 50 pesitos a un indigente en la calle.
Si aplaudimos la caridad de Santos, loamos, sin fijarnos, la mediocridad. Un país en el que se regalen cAsAs y que junto a ellas no se adhieran programas educativos y, con el tiempo, culturales para que los jóvenes distraigan su vida, socialicen y reflexionen éticamente, es un país con un as bajo la manga o con un hueco en el cerebro ya repleto de basura. No podemos quejarnos ni de la delincuencia, ni de la droga, ni del sicariato, y mucho menos llegar a culpar y desear la famosa Limpieza Social (a la que nos acostumbró Uribe) como única solución al problema que nace del hueco cerebral del Estado colombiano.
Hacia el año 2008, a causa de lluvias que dejaron cientos de damnificados en Girón y el Norte de Bucaramanga, se hizo entrega oficial del barrio Villas de San Ignacio ubicado en los alrededores de El Café Madrid. Tiempo después, bajo la misma campaña, se inauguraron barrios aledaños con cAsitAs del mismo tamaño, con las mismas oportunidades y con el mismo futuro. Uno de ellos posiblemente es, en la actualidad, uno de los más peligrosos: Bavaria II. Balas a diario, robos a diario, amenazas a diario, y panfletos llenos de sangre y esperanza que asoman las narices para oler dónde meter el tiro. Los habitantes, gente pobre, llegada en gran parte de El Pablón, guardan la esperanza de que un presidente, con mano fuerte, acabe de una vez por todas con lo que estorba en la sociedad. ¡Ay!, gente analfabeta, educada en la violencia, ansiosa de sangre, de guerra y de paz.
¿Será  que un gobierno que dé cAsAs por montones, que haga comerciales con fines políticos, que crea que una vivienda digna son cuatro paredes y un techo de teja, es un gobierno que aprovecha el olor a mugre para reprimir con el tiempo, para amenazar con el tiempo, para Limpiar con el tiempo? No sé. Pero dar limosnitAs no basta. “Una casa no da riqueza, pero ahorra mucha pobreza”, dice una señora beneficiada en uno de los comerciales de Juan Manuel Santos. Puede ser que ahorre pobreza, pero también estanca. Por esa razón los mendigos nunca progresan. 

2 comentarios:

  1. COMO siempre tu comentario ejemplar
    realmente pienso lo mismo esto pasa en muchos paises de latinoamerica, el problema amigo es la "corrupcion" de todos los estamentos, y que? cada vez más pobres... el dinero del pueblo en manos de pocos, viviendo como venerando al Dios de Oro, euros y dólares, en eso tiene razon el Papa Francisco aunque creo que no debes ser catolico, o por lo menos no lo practicas.
    Cuando al hombre se lo utiliza como un bien en si mismo, estamos reventados y eso está pasando.
    un abrazo y nos estamos contactando

    Carmen

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Carmen. Sí: esto pasa en toda latinoamérica, aunque en unos países es menos notorio que en otros. Muchos saludos, y pronto me pasaré por su blog para ver cómo va la narración. :)

      Eliminar