Los errores históricos más comunes sobre la conmemoración
del día de la mujer
Jhon Monsalve
Veo necesario hacer unas aclaraciones históricas sobre la
conmemoración del día de la mujer, en vista de la información sin fundamento y basada
en rumores que pululan en internet. He leído que Zetkin propuso el 8 de marzo
como fecha para la celebración. He leído que el 8 de marzo se debe a un
incendio en una fábrica de textiles en donde mueren muchas mujeres. He leído
que la ONU estipuló tal fecha en 1975. Voy a argumentar por qué todo lo
anterior es falso.
En primer lugar, la conmemoración del día de la mujer se comprende
como el resultado de una lucha femenina desde mediados del siglo XIX. Hay unas
coincidencias interesantes de fechas, pero no determinan nada, solamente, la
coincidencia. A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, en plena
Revolución Industrial, se abre paso a la mujer para que trabaje en fábricas
textiles. Desde un inicio, hubo injusticias en pagos de salarios y en ausencia
de seguridad laboral para las mujeres. Los hombres tenían mayores beneficios.
Esto lleva a que las primeras voces feministas (permítanme el término)
surgieran en 1848 con Cady Stanton y Lucretia Mott. Stanton provenía de una
familia reconocida por su lucha a favor de los derechos de los esclavos a
principios de los años 40 de ese siglo y, ahora, encabezaba la lucha por la
igualdad en el trabajo ejercido por mujeres. En 1848 se reunieron decenas de mujeres para
levantar su voz en contra de las injusticias.
El 8 de marzo de 1857 se realizó la primera huelga de
mujeres en Estados Unidos con el fin de lograr condiciones más humanas de
trabajo. Dos años después, se configuró el primer sindicato de mujeres para
perseguir tal fin.
El siglo XIX forjó unas bases fuertes en esta lucha
femenina. En 1908, ya no fueron decenas, sino 15.000 mujeres las que salen el 8
de marzo a protestar en las calles de Nueva York bajo los mismos argumentos.
Había pasado más de medio siglo de lucha y los resultados no eran aún
tangibles. El 28 de febrero de 1909, las mujeres estadounidenses celebran, por
primera vez, el día nacional de la mujer, logro importante para la voz femenina
en esa época lenta, muy lenta, en reacomodarse a nuevos paradigmas sociales. En
Copenhague, en 1910, Clara Zetkin, perteneciente a la izquierda alemana, propone
un día internacional de la mujer trabajadora, que fue conmemorado por primera
vez el 19 de marzo de 1911, en tierras cercanas a esta defensora de los
derechos laborales de la mujer.
Hasta aquí ha habido coincidencias. Marzo es un mes que
tiende a reiterarse en cuanto a hechos históricos relacionados con la lucha de
reivindicación femenina, pero no hay nada que determine como fecha exacta el 8
de marzo como día para tal conmemoración. Clara Zetkin sí fue la primera que
propuso internacionalizar tal proyecto, pero no estipuló el día 8 de marzo para
ello.
Las coincidencias de marzo continuaron en la segunda
década del siglo XX, sobre todo, en dos momentos. En primer lugar, el incendio
del que todos hablan ocurrió el 25 de marzo de 1911 (no el 8 de marzo). Sí fue
un hecho fundamental para la lucha femenina, por supuesto, pues incentivó la reflexión
y la lucha sobre los derechos laborales de la mujer; sobre todo, porque, aunque
también murieron hombres, las fuentes de prensa más extendidas exponen un elevado
número de incineradas: 123. Tristemente, dentro de las reglas de la
fábrica, estaba sellar la salida y la entrada del lugar de trabajo.
En el calendario romano, coincide también el 8 de marzo
como el día en que inicia la Revolución Rusa, en donde las mujeres trabajadoras
alzaron su voz. Incluso Lenin en 1921 apoya tal conmemoración internacional en
sus tierras.
Corrió el siglo XX. La ONU, en 1975, estipuló el Año
Internacional de la Mujer, pero nunca el día. Es más, fue hasta 1977 cuando este
organismo sugirió a los países del mundo que consideraran una fecha para conmemorar
esta lucha de la mujer, que ya superaba un siglo desde sus inicios. No todos
los países eligieron el mismo día, pero sí hay una coincidencia entre muchos (sobre
todo, porque, según la OPS, la ONU proclamó tal día en diciembre de ese mismo
año); esto se determinaba, según las prácticas e historias culturales de cada
país.
Con todo lo anterior pretendo cuestionar mitos y eliminar falsedades históricas en torno a esta importante conmemoración, pero también aprovecho
el espacio para dos reflexiones: 1) la lucha de reivindicación de la mujer
trabajadora se conmemora, no se celebra con rosas y detalles (en caso de que
los haya, la recomendación es no olvidar la esencia) y 2) el comercio ha
inundado tanto nuestras prácticas sociales que hemos olvidado lo fundamental de
esta conmemoración y, bajo esas mismas corrientes capitalistas, hemos propuesto
un día del hombre (al menos, en Colombia), cuyo único soporte es el comercio
que aprovecha el día de un “santo” para continuar su estratégico curso.
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