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martes, 16 de agosto de 2011

Crónica del perfil de Viviana




Foto y texto por Jhon Monsalve
Viviana tiene un tortugo que se cree perro. El caparazón del animal tal vez indique el carácter de su ama y quizás esconda su vida interna. Viviana es una mujer morena, de un poco más de 20 años y con más altibajos en la vida que estabilidad en algo; solo en su carrera…
Llega todos los días a la universidad con la mente puesta en sus alegrías, en sus hechos, en sus sueños. Es amante del orden y no le gusta la monotonía de su cuarto: lo cambia todo cuando la rutina de los objetos la aburre… Viviana no se puede estar quieta.
Viviana camina de milagro como su mascota: a veces pienso que las tortugas son animales que se mueven gracias a la Providencia… Viviana nació de pies y con la cadera dislocada.
Su padre la crio de forma diferente a como su madre crio a su hermano. Son dos polos opuestos. Son distintas crianzas. De niña nunca probó los mocos, eso no: siempre le han dado asco… Me parece casi imposible, pues en la soledad humana eso es constante tentación, tenga la edad que tenga.
No usa maquillaje; ella dice que no lo necesita. Dice que son inútiles los aretes y que no vive ni vivirá del qué dirán… Pertenece a una congregación religiosa, pero no es extremista: ella sí usa jeans, ella sí parece normal. Nunca comió mocos, repito, y me parece imposible, pero lo que sí se comió hasta los 18 años fueron las uñas, esas uñas tan limpias como los gatos, los gatos negros, a los que teme.
Siempre prefirió los juegos de niños. Y para jugar fútbol, debía calentar 45 minutos antes del partido, pues sus piernas le recordaban la manera como vino al mundo. Le teme a la soledad… y no sé por qué, si es lo más perfecto… Le gusta la música: fue educada con Beethoven y Mozart. Y casi al compás de una sinfonía, afirma que no ha nacido el primer hombre que por encima de ella pase.
En el caparazón de su mascota se esconde su carácter, se esconde como Mozart, como su orden, como sus uñas, como Beethoven, como su origen, como su vida…  Y el tortugo se cree perro para ponerse al nivel de los gustos de su ama… y el tortugo se cree perro, y quizá por eso Viviana ignora la coraza.



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