LAS POSIBLES CAUSAS DEL PLAGIO EN LAS
UNIVERSIDADES: LA INSEGURIDAD, LA PEREZA Y LA FACILIDAD DEL HURTO DE LAS IDEAS
Jhon Monsalve
Imagen tomada de internet
Uno
de los grandes problemas que se presentan dentro de las aulas de clase de los
entes educativos es el plagio. Es necesario, por lo menos, generar una reflexión al respecto,
pues es un fenómeno que, sin duda, va en aumento, aunque sea muy difícil, por
cuestiones que ya veremos, definir estadísticas exactas. Partamos del hecho de
que el plagio es diferente a la copia: esta última se presenta entre compañeros
y muchas veces con autorización del autor del trabajo. El plagio, por su parte,
es, para entenderlo mejor, el hurto de ideas que ya han sido patentadas con
derechos de autor. Este texto girará en torno a la siguiente afirmación: las posibles
causas para que los estudiantes universitarios incurran en el plagio son la
inseguridad en sí mismos, la pereza, la poca imaginación, la prioridad en otros
factores, algunos vacíos que vienen de la educación secundaria y la facilidad
que les brinda tomar de internet o de otras fuentes, la información que, si el
profesor no tiene el suficiente tiempo, resultará muy difícil de corroborar.
Pensemos en un
estudiante que debe presentar un trabajo para la semana próxima y que no ha
entendido muy bien los temas que se han explicado en clase. Este sujeto se
sienta frente a una hoja y no sabe cómo empezar, se siente incapaz de hacer el
trabajo por él mismo, siempre ha pensado que los compañeros son más
inteligentes que él, y por todo esto recurre a tomar información de un libro
antiguo o de una página no muy conocida ni visitada en la web. Al respecto,
Sonia Jannet Girón, de la Universidad Sergio Arboleda, afirma: "Se
bloquean frente a una hoja en blanco y se sienten tan inseguros que en
ocasiones, por facilismo o por ignorancia, toman sin ningún reparo como
propias, ideas, frases o párrafos de un documento y se atribuye la autoría del
mismo". Este fenómeno de la inseguridad en relación con el plagio puede
ser más recurrente de lo que imaginamos; y tal vez dicha inseguridad se deba a
los vacíos de la secundaria, donde, por una parte, no se concientizó a los
estudiantes sobre este problema, y por otro lado, dejó vacíos conceptuales en
el desarrollo de las competencias básicas para cada curso.
La pereza es otro
factor que influye en la decisión de un estudiante en el plagio. Tal vez sea
una de las razones más fuertes para que esto ocurra. No hay que negar que los
jóvenes priorizan, en ocasiones, más en otros eventos que en los académicos. Las
nuevas tecnologías, por ejemplo, los tienen sumidos en los juegos y en las
redes sociales, y entonces se olvidan de lo académico, y posponen sus deberes
para luego por una pereza que es consecuencia de la elección de otras
actividades consideradas divertidas. Ana Mónica Rodríguez expone este hecho de
la siguiente manera en su artículo La
pereza, en ocasiones, propicia plagios en el campo de las artes: “La
pereza, es decir, la indecisión o falta de ánimo para realizar un esfuerzo
físico o mental, algunas ocasiones ha dado pie al plagio”. Es decir, no podemos negar que, de una u otra
forma, la pereza es una de las causas más poderosas para que un estudiante
incurra en lo que la Real Academia de la Lengua ha definido como “La copia en
lo sustancial de obras ajenas que se dan como propias”.
Pero nada de esto se
llevaría a cabo sin la posibilidad inmediata del plagio. Tal vez con el auge
del internet ha aumentado la cifra de este fenómeno. El hecho de que el
estudiante tenga a la mano miles de páginas sobre un tema en particular le
facilita la copia de esa información protegida por los derechos de autor. También
existen miles de libros que los profesores no han estudiado y que sirven como
base para la copia de información para algún trabajo. Además, esto se respalda
en la imposibilidad del profesor de constatar cada uno de los trabajos por
medio de un seguimiento en la web o en las bibliotecas. Tal actividad
dispondría de un tiempo considerable. Silvia Premat, en el Diario La nación,
rescata lo siguiente: "El copy/paste
está siempre. Los profesores no se cansan de decirnos que, si sacamos algo de
Internet, pongamos bien las referencias, pero ellos qué saben. Las
posibilidades en la Web son infinitas", dijo con desparpajo Victoria,
estudiante de 5° año de Medicina de la UBA y contó: "Hace poco, haciendo
un trabajo en grupo para Historia de la Medicina, encontramos un párrafo
perfecto para lo que queríamos decir. Por suerte una de las chicas se avivó y
sugirió reescribirlo usando sinónimos y nadie se dio cuenta". Y a partir
de esto queda para la reflexión que, si resulta una tarea difícil para el
docente seguir cientos de trabajos por la web o en las bibliotecas para
constatar su originalidad, casi no habría ni la mínima posibilidad de verificar
si un texto parafraseado es de la autoría o no del estudiante.
Bibliografía:
Ana Mónica Rodríguez (2009). La
pereza, en ocasiones, propicia plagios en el campo de las artes. [En
línea]: http://www.jornada.unam.mx/2009/04/11/cultura/a08n1cul
El tiempo (2012). Conozca el plagio y evítelo, le puede salir
caro. [En línea]: http://www.eltiempo.com/Multimedia/especiales/esp_comerciales/especialeducacion/conozca-el-plagio-y-evitelo-le-puede-salir-caro_11496061-7
Silvia Premat (2009).
Copiar y pegar, la nueva forma del plagio en la universidad. [En línea]: http://www.lanacion.com.ar/1134065-copiar-y-pegar-la-nueva-forma-del-plagio-en-la-universidad
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