ANÁLISIS DE “SHANGAI BABY”,
DE WEI HUI: la novela regular
Jhon Monsalve
Empiezo
diciendo que me dolió leer esta novela. Y no lo digo porque me hayan hecho
llorar los sentimentalismos estúpidos de la protagonista, ni porque al final
haya muerto Tiantian, su amado, sino porque llegué a sentir, y muy pocas veces
lo siento cuando leo, que estaba perdiendo el tiempo con la lectura de esta
novela. No voy a decir que es una novela mala porque hay cosas que aún podrían
rescatarse, pero sí voy a hablar de una novela regular. ¿Por qué la leí? Porque
nunca había leído literatura china y me llamaba profundamente la atención.
Además, este libro fue quemado públicamente en China en el año 2000 después haberse vendido miles
de copias. Si lo quemaron fue por algo, y no precisamente por malo. La cultura
y sociedad chinas conviven bajo parámetros morales bien establecidos, desde la
época maoísta, en la que, entre otras cosas:
“La
mujer china fue considerada como incapaz de gobernar sus deseos, y por tanto,
factible de ser controlada con restricciones como la segregación sexual.
Existía el concepto de la femineidad ideal como aquella en la que la mujer era
pasiva en el coito, contrapuesto con la potencialidad erótica de una dama
ingobernablemente sensual hasta para sí misma”.
Agregado
a esto, se hace alusión, de manera bien marcada, al territorio de occidente;
tanto así que los personajes de la novela son, en su mayoría, extranjeros. Por
lo tanto, las costumbres, las formas de pensar y de actuar se mezclan con la
inocencia y represión chinas para poner un grito de revolución en el cielo.
Esto es rescatable, del mismo modo que las alusiones a la ciudad, al malestar que
produce Shangai, como Buenos Aires en Sobre
Héroes y Tumbas, de Sábato, o como Bogotá en Sin remedio, de Caballero. El resto ya lo veremos.
Estructura
La
novela está conformada por XXXII capítulos, antecedidos todos por epígrafes de
escritores de la literatura y filosofía universal, como Virginia Wolf, Milan
Kundera, Descartes o, incluso, Dalí. El nombre de la novela hace alusión a
Shangai, una ciudad China, ubicada al suroriente del país. Lo de Baby se puede comprender gracias a la
voz de uno de los personajes cuando habla de Cocó, la protagonista: “ella es
una chica especial, no solo brillante sino también muy hermosa, una baby de temer”. Es decir, Shangai baby hace alusión, por una
parte, al papel y las situaciones que giran en torno de la protagonista, y por
otro, a la predominancia de la cultura occidental en la obra: se dice, fíjense
bien, Baby, en inglés.
Está
bien narrada, aunque escasean las metáforas. Hay ocasiones en las que se vuelve
extremadamente moralista, y eso le resta muchísimos puntos. Un ejemplo de eso
es el siguiente: “No le tengas miedo a las dificultades, todos siempre tenemos
dificultades, grandes o pequeñas. Por ejemplo yo, de un problema salto a otro,
simplemente no sé si me gustan más los hombres o las mujeres”. Después de leer
esto, casi vomito. Y abundan. Cuando la lean (o si la están leyendo o ya la
leyeron) se darán cuenta.
Por otra
parte, en la novela se relata cómo se escribe la novela (también podríamos
hallar un intertexto en El desorden de tu
nombre, de Juan José Millás: donde la novela termina escribiéndose por sí
misma y cuyo protagonista es también un escritor). Incluso hay apartados en los
que la protagonista, que, como ya se dijo, es escritora, lee partes de su
novela que concuerdan perfectamente con lo que el lector ya ha leído. A medida
que se van acabando las acciones en la novela, los personajes mueren y los
capítulos se hacen más cortos. Esto da la sensación de que se está llegando al
final.
La
autora dedica la obra “A mis familiares, a mi amor y la Universidad Fudan”.
Termina con un prólogo en el que comenta la forma en que llevó el manuscrito a
la editorial, con toda la expectativa del mundo. Según la información que da al
final: el primer manuscrito de la novela fue terminado el 20 de junio de 1999 y
el segundo manuscrito, el 15 de julio del mismo año. Cuando terminó el prólogo
eran cinco días después a esta última fecha. La traducción al español estuvo a
cargo de Romer Cornejo y de Liljana Asovska.
Lo que cuenta y su trascendencia
Shangai baby es la
historia de una mujer escritora que vive un triángulo amoroso con un hombre a
quien ama, y con otro a quien desea. Es la vuelta a una temática ya impuesta en
la literatura universal por Jorge Amado y su Doña Flor y sus dos maridos. Cocó, la protagonista de la novela
china, se enfrenta a los muros de la razón y la pasión, de una manera vulgar y
torpe. Es un triángulo amoroso más de telenovela que de obra literaria, ¿pero
se le perdona por venir de la sociedad china? No creo: considero que pudo
haberse hecho lo mismo pero con alegorías. Catalogo de regular esta novela por
su escasez en metáforas y su bajo nivel en la trama. Y miren, para que se
convenzan, fijamente la caracterización de los personajes (me centraré en los
del triángulo):
Cocó:
una escritora, graduada (tal como Hui) de la Universidad Fudan, amante de la
lectura y de la escritura como del sexo. Se masturba varias veces durante la
novela con imágenes más cercanas al porno que a la poesía. Siempre ha sido una
niña rebelde, ha trabajado en una revista y en un café, y se dedicó, gracias al
apoyo de Tiatian, a la escritura. Se expresa libremente en torno a temáticas
sexuales y vive la vida como una adolecente fuera del mundo oriental.
Tiantian:
Un pintor que no cree en sí mismo, que es impotente, que se vuelve drogadicto,
que se cura un tiempo, que recae por decepciones amorosas y que muere al fin. Su
madre lo dejó solo en su adolescencia porque viajó junto a su esposo a España a
trabajar. Según impresiones de Tiantian, su madre mató a su padre para irse a
vivir con Juan, un español. ¿Así o más estúpida la trama?
Mark:
Alemán bien dotado para las artes amatorias, que viaja a Shangai por cuestiones
de trabajo y que termina viviendo una relación muy apasionada con Cocó, aunque
ella amara a Tiantian. La protagonista vive una especie de fantasía sexual al
imaginar que Mark es un Nazi que la subyuga.
La obra
comienza relatando la manera y el ambiente de trabajo de Cocó en el café;
luego, conoce a Tiantian, quien le propone que deje el trabajo y se vaya a
vivir con él y que se dedique a escribir; luego, conoce a Mark, viven sus lunas
de miel, en fiestas, en torno a otros personajes, como Madonna, o Shamir, o
Dick, o Suzcha, que viven situaciones amorosas tan estúpidas como las de la protagonista
de la novela: Suzha, por ejemplo, termina enamorándose de Dick, que era antes
el novio de Madonna. ¿Así o más estupidez?
Bueno,
después de momentos y escenas eróticas, después de pensamientos de Cocó sobre
si es o no infiel, Tiantian viaja, en épocas navideñas, a otra ciudad china
(Haikou), donde, por medio de un amigo, recae en la droga. Hay preocupaciones...
y en esas, llega de España la madre de Tiantian a recuperar su amor. Entra en
etapa de rehabilitación por un tiempo, se recupera, las relaciones con su madre
mejoran un poco, más de lo que el lector esperaba y se enamora cada vez más de
Cocó. Mientras tanto, ella vive su idilio pasional con Mark.
Cuando
Tiantian se entera de tal engaño, recae en la droga y muere. Mark vuelve a
Alemania y la protagonista queda sola.
Esto,
grosso modo, es la novela que quemaron por ir contra las normas morales chinas.
Esta novela es la revolución femenina hecha literatura. Es la muestra de la
ciudad, de la urbe y de la predominancia de occidente en China. Es una crítica
a la sociedad oriental, es un grito desesperado por la mojigata rutina. Y sobre
todo, es una obra que pareciera que partiera en dos la sexualidad china: fue
publicada en 1999, antes del nuevo milenio, y desde ahí, llega la revolución
sexual:
“Ya no
están arraigadas las tradiciones milenarias en la actualidad sexual china. Después
de la Revolución Cultural, las cosas cambiaron drásticamente. Hoy, China vive
una Revolución Sexual similar a la vivida en occidente en los 70. Los
colectivos homosexuales aun están marginados y soterradamente acosados, pero
los cambios no tienen vuelta atrás. Los valores sexuales cambian, los hombres,
con las nuevas posibilidades económicas han cambiado su eje sexual y resultan
atractivos, como los occidentales, por su ostentación de poder”.
Y ya.
Termino con esto. Ojalá la lean y se den cuenta de lo banal que es (rescaten,
eso sí, lo rescatable). Si no piensan lo mismo que yo, me gustaría que me lo
hicieran saber, para conocer nuevos puntos de vista. Tengan en cuenta que
destaqué todo lo positivo que pude, pero que aun así no merece ser catalogada
esta obra como buena. Entiendo lo de la sociedad oriental y lo de la literatura
contemporánea, y por eso digo de esta obra lo que comenté muchas veces en mi libro
de editorial EMECÉ: ¡Qué asco!
Lástima que esta entrada no haya recibido comentarios previos.
ResponderEliminarUna vez que hallé Shangai baby, fue descubrir el porno o su equivalente. Me fue eso, a mí. Tenía quizás 14 años en ese entonces.
Ahora estudio análisis del discurso. Y sí creo que podrías haber hecho un análisis más amplio de la obra. Ejercicio de retórica y enunciación, etc. En todo caso gracias por publicar la nota. Ahora ya sé que no lo leería.
Saludos
Hola. Yo también estudio Análisis del discurso. En este artículo y en todos los que he publicado en este blog me he quedado corto. En este me quedé aún más: no valía la pena, como ha visto. Muchas gracias por haber leído esta entrada, tan olvidada por mis lectores. Muchos saludos.
EliminarCruda, superficial y sometida al mercado, sus personajes intentaban una intensidad inexistente. Excelente radiografía hiper realista, sin presinciones de una intelectualidad o de una poesía ; simplemente porque no existían. Notable
ResponderEliminarTengo la novela en mis manos. Empezare a leerla. Saludos desde Cusco...(Perpup)
ResponderEliminarDisfrútela. Ojalá pueda comentar algo luego de leerla. Saludos.
EliminarAcabo de comprar una edición de Emecé Grandes Novelistas (¿?) en 0.60 dólares. Espero que no haya sido costosa!
ResponderEliminarMmm.... voy a empezar a leerla ..
ResponderEliminarVaya mierda de análisis. Para eso te hubieras hecho una paja.
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