LA LITERATURA COLOMBIANA:
MOVIMIENTOS LITERARIOS HASTA MEDIADOS
DEL SIGLO XX
Jhon Monsalve
El
presente texto tiene como objetivo hacer un barrido histórico por los
principales movimientos literarios en Colombia a partir de la época colonial.
Desde ahora aclaro que no profundizaré en ninguna de las corrientes; solo
expondré las características más notorias y los escritores y obras más
sobresalientes de cada periodo literario.
Al
igual que la Historia, cada periodo literario debe entenderse por el contexto
en que se produce. De esta manera, encontramos en la Colonia obras que hacen
referencia a los viajes de Colón y a la descripción del Nuevo continente, a la
santidad y al recuerdo de personajes que sobresalieron por su rectitud ante
Dios. Al respecto, Juan de Castellanos con “Elegías de varones ilustres de
Indias” presenta la primera temática; la santidad se evidencia en obras como
“Rhythmica sacra, moral y laudatoria”, de Velasco y Zorrilla, y, por último, el
Poema heroico de San Ignacio de Loyola, escrito por Hernando Domínguez Camargo,
rescata la importancia religiosa de uno de los más grandes íconos de la iglesia
católica. No obstante, se produjo, del mismo modo, poesía amorosa (no
romántica; amorosa) por parte de Vélez Ladrón de Guevara con poemas como “A una
dama cariñosa y esquiva”.
Luego
de la Colonia vino la poesía pre-independentista, que se basó, sobre todo, en
escritos políticos y en proclamas.
Tiempo este de Francisco José de Caldas y de José Celestino Mutis. La ciencia
avanzó en investigaciones y los documentos políticos fueron los que
sobresalieron. La época independentista, por su parte, trae consigo a Antonio Nariño
y los derechos del hombre y, junto a esto, El memorial de agravios. Bonaparte
invade España, se desestabiliza el gobierno hispano y este hecho desata en
Latinoamérica el grito de Independencia de 1810. Las guerras independentistas que
devienen desde ese entonces darán paso a uno de los mayores poetas y personajes
románticos de todos lo tiempos: Simón Bolívar. En las proclamas de El
Libertador se evidencia con gran notoriedad una de las características del
Romanticismo en general: la exaltación del yo. Aparte, podemos observar que un rasgo de nuestro Romanticismo lo
marcan los hechos políticos de ese momento particular; es decir, cuando
hablamos de Romanticismo en nuestro país no podemos elidir, de ningún modo, la
cuestión política. En este periodo literario aparece una de las más importantes
novelas de nuestra literatura: María, de Jorge Isaacs, que, aunque no encajada
en la parte política, demuestra la presencia de la naturaleza en relación con
los sentimientos del personaje: la descripción del entorno natural es la
representación de aquello que sienten los actantes. Mientras se desarrolla el
Romanticismo, surge junto a él el Costumbrismo, entendido como el cuadro
escrito de las costumbres de un pueblo o región, y cuya mayor obra fue escrita
por Eugenio Díaz Castro: Manuela.
Justo
después, aparece el Modernismo, corriente netamente hispanoamericana, iniciada
por Rubén Darío y continuada por Guillermo Valencia, en Colombia, recordado por
Ritos, su obra cumbre, y por su poema
Los camellos. Las características de
dicho movimiento se pueden rescatar, en parte, en uno de los poemas que pertenece
a un legado cultural tácito: Nocturno, de José Asunción Silva. Este poema (como
dato extra, se recuerda al lector que en el billete de 5.000 pesos aparece
escrito sobre un epitafio) habla de la muerte y expresa sentimientos de tristeza
y de nostalgia. Estas son algunas de las características del Modernismo, a las
que se les suma la necesidad de escape, de evasión del tiempo, como en el poema
de Barba Jacob titulado Canción del
tiempo y del espacio o como el poema del mismo autor y aun más conocido Canción de la vida profunda.
Luego
de esto, y a causa de unos sucesos sociales e históricos en todo el mundo, como
el auge del psicoanálisis, como la Guerra de los mil Días o como la ruptura
terrenal de España hacia América latina, aparecieron movimientos denominados de
Vanguardia, que se desarrollaron de distintas formas y con distintos nombres en
diferentes partes del mundo. Por ejemplo, mientras que en Francia tomaba forma
el surrealismo o el dadaísmo, una corriente cuya esencia consistía en crear poesía
por medio de cadáveres exquisitos, en Colombia, surgen Los nuevos, Los
Piedracielistas y Los Insulares, movimientos denominados de vanguardia y que
anteceden a algunas corrientes que los siguen como el Nadaísmo, por ejemplo. Los nuevos, cuyos mayores exponentes se
resumen en nombres que, por sí solos, ya dicen mucho: León de Greiff, Jorge
Zalamea o Rafael Maya, buscan, tal como lo afirma Ayala Poveda “la expresión
libre y honrada del pensamiento y afirmar su deseo de crear un nuevo
sentimiento de solidaridad humana”. Los piedracielistas, que toman el nombre de
los cuadernos escritos por Tomás Vargas Osorio y que llevaron por nombre Piedra y cielo, se basan en propuestas
poéticas de la generación del 27 en España y retoman parte de la temática
modernista, pero eludiendo el escape. Eduardo Carranza y Tomás Vargas Osorio
son dos de los poetas más reconocidos en dicha corriente literaria. Los
insulares, por su parte, poseen una gran característica que los sintetiza como
grupo: priorizan en la descripción del
paisaje y de lo natural, por medio de la poesía.
De
esta manera, doy fin a este breve recuento de nuestra literatura desde la
Colonia hasta casi mediados del siglo XX. Ojalá esto sirva para abrir
horizontes y comprender un poco más los cambios que ha tenido la literatura y
su estrecha relación con los momentos históricos y las formas de pensamiento,
que varían de época en época.
Graciasssssss
ResponderEliminarNo me sirvio de nada
ResponderEliminarpero gracias por esforzarse....
si ah bueno
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