miércoles, 26 de diciembre de 2012

El tió de Nadal


El Tió de Nadal
Jhon  Monsalve 
Artículo publicado en Revista Coito: http://www.facebook.com/revistacoito
De la misma manera que Dios, la Navidad es una invención del hombre. También varía según la cultura o la tradición. No vengamos ahora con que el dios de la cultura israelita es el dios de todos los humanos del mundo, porque estaríamos adoptando (como lo hemos hecho por siglos) a nuestra cultura el dios de otra. Y lo peor es que negamos a nuestros propios dioses y tratamos de paganos a nuestros aborígenes. Qué ignorancia, que falta de respeto hacia lo nuestro, hacia nuestras raíces. Pero bueno, total, lo que venía a decirles era que la Navidad también varía dependiendo de la cultura o de la tradición... Y también que hay una celebración que puede hacer vomitar de asco o de risa a algunos lectores; una celebración navideña que, como la nuestra, tal vez dé risa y produzca vómito en otras civilizaciones.
Sucede en Cataluña y se denomina Tió de Nadal, que traducido literalmente sería Tronco de Navidad. Este tronquito es el equivalente de un Papá Noel en nuestra cultura. Trae regalos también, también se le estimula, aunque no con cartas, para que traiga regalitos. También por lo de Tronco podría equipararse a nuestro (bueno, al de ustedes) Árbol de Navidad, que también trae regalitos, que se ponen a los pies del árbol cuando la familia es de las que pueden sonreír por esas fechas porque no tienen hambre.
Imagínense a un tronco parado en dos o cuatro patas de madera, con una sonrisa dibujada, con unos ojos amigables y con trapo que le tapa la espalda para que no le dé frío en épocas navideñas. Ahora llévenle chocolate, amasijos, traten de que coma todo lo posible porque de eso dependerán los regalitos este año. Denle de comer más de tres veces al día, verifiquen si tiene o no frío, si alguien por maldad le quitó la manta, cuídenlo porque de él depende si se comen o no golosinas el 25 de diciembre.
Estas instrucciones se reiteran cada fin de año en Cataluña, España. Las empresas que trabajan con madera aprovechan las fechas para hacer negocio: las tradiciones de una sociedad, y más cuando es capitalista, siempre estarán ligadas al mercado, a lo que más se venda. Y no es la excepción ni en Cataluña, ni en Colombia, donde se empiezan a vender Papás Noel desde octubre, junto con los disfraces de Halloween.
Después de que usted haya alimentado al Tió de Nadal, que lo haya cuidado con paciencia y con esmero, el mismo día que nace Jesús, agarre un palo o cualquier barrote y golpéelo para que cague los regalos. Sí, como lo leyó, para que CAGUE los regalos. Tal vez los catalanes sean más consciente, y sin saberlo, de que lo más parecido a la Navidad, o por lo menos a los regalos, es la mierda.  Miren los niños lo que cantan en lugar de villancicos estúpidos, como los nuestros, en los que se europeízan los personajes bíblicos y sus acciones (dizque la virgen con cabellos de oro y con un peine de plata fina); miren lo que cantan muy animadamente en Cataluña:
¡Caga, tio!,
almendras y turrón;
no cagues arenques
que son demasiado salados;
caga turrones
que están más buenos
caga, tio,
almendras y turrón.
Si no quieres cagar,
te daré un golpe de bastón.
¡Caga tió!
¿Se sorprendieron? Si sí: dense cuenta de cómo otras culturas se sorprenderán de nuestras estupideces. Si no: son conscientes de que tal celebración depende de lo cultural, de la tradición. Del mismo modo como nuestro (bueno, el de ustedes) Dios, fue adoptado por obligación en nuestra idiosincrasia, así mismo, rezo por estas fechas para que el Tió de Nadal venga a cagarnos nuestras fiestas.

martes, 18 de diciembre de 2012

La riqueza de la coma: No coma cuento


La riqueza de la coma: No coma cuento
Jhon Monsalve
Imagen tomada de:http://www.facebook.com/photo.php?fbid=459880200714025&set=a.446785638690148.90414.225874137447967&type=1&theater
 Vamos a desbaratar la información de esta imagen que está dando vueltas por las redes sociales en estos días:
         1.    La riqueza de la coma: Este es el título de la información. Entendamos por riqueza la utilidad que se le debería dar a este signo de puntuación para impedir desaciertos o ambigüedades en un texto. El título se acopla muy bien al objetivo del mensaje; lo que, tal vez, no ocurra con las explicaciones que se dan a continuación.
        2.  Una coma puede ser una pausa: Falso. Les propongo el siguiente ejercicio: lean, haciendo pausas (según los guiones que encuentren), la siguiente oración que no debe llevar comas por ningún lado: “Mi papá me llevó al cine”. Léanlo, hagan la pausa después de papá, y pongan coma para que queden mal y se burlen de ustedes aquellos que no se comen este cuento. Esta oración no lleva coma, por más que ustedes hagan pausas. ¿Y por qué no lleva?: porque es una oración determinativa (y estas jamás llevan coma), es decir, una oración conformada por Sujeto, Verbo y Complemento. 
          3.  Puede hacer desaparecer tu dinero: No solo el dinero. La coma mal usada en los números puede hacerlo perder un examen de matemáticas y puede ser la causante del robo de los impuestos que pagamos en nuestro país. Pero una cosa sí es cierta: esta coma se pone en un lugar inadecuado por equivocación a veces, y para sacar ventaja en muchas oportunidades; pero siempre será una coma conscientemente puesta.
        4.  Puede crear héroes: mi pregunta es si en la primera oración el pronombre neutro “eso” está actuando o no como demostrativo de “solo”. De ser así, esa oración y la explicación se caerían al piso, pues lo adecuado habría sido poner “Ese solo él lo resuelve”. Pero digamos que no es este el caso, y empecemos por la segunda para entender mejor: “Eso, solo él lo resuelve”. Sí, es cierto, la coma temática que aparece en el pronombre “eso” vuelve héroe al señor del ejemplo. Y hasta aquí vamos bien. El problema es el primer ejemplo. Digamos que “Eso solo” equivalga a “eso solamente” (es la única posibilidad que encuentro), pero en ese caso no iría coma porque la oración sería determinativa, es decir, conformada por  Sujeto, Verbo y Complemento: Eso solo (complemento de objeto directo) él (sujeto) lo resuelve (verbo). En breve: aquí sí se equivocaron bien feo.
           5.  Puede ser la solución: Sí, es cierto, la coma puede ser la solución de muchas cosas, menos de las que se proponen en los ejemplos.  La relación que hay entre las dos oraciones que se presentan separadas por coma en cada uno de los ejemplos es una relación yuxtapuesta; es decir, cada una de las oraciones tiene su verbo. Por lo tanto, no iría coma, sino punto y coma. Y otra vez fallaron feo.
           6.  Cambia una opinión: Este ejemplo lo pusieron para llenar espacio. Es el mismo caso del primer punto, para decir cosas diferentes y convencerlos más. Pero bueno: en este caso, podríamos decir que pusieron bien las comas, pero no celebremos tan rápido el triunfo de esta imagen tan mentirosa. En la segunda oración: “No, queremos saber”, puede ponerse, según la intención del hablante o del escritor, coma,  punto y coma o punto. Eso debería aclararse. En este caso, la coma no sería la única de la riqueza, sino todos los signos de puntuación. Hasta en esto discriminamos.
             7.  La coma puede condenar o salvar: El mismo caso de los puntos 1 y 6. Y con la misma explicación del 6.
Y ya. Eso es todo. Qué rápido pecamos por ignorantes. ¡Y tantas veces que se ha compartido esta imagen! El que la creó hará perder Gramática en el colegio a muchos. El que la creó seguramente no pensó en el mal que hacía. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Revista Coito


Revista Coito
Jhon Monsalve

INSCRÍBITE A LA REVISTA COITO EN: http://www.facebook.com/pages/Revista-Coito/456891631014963?notif_t=page_new_likes

La Revista Coito es un proyecto virtual y literario dirigido por estudiantes de Licenciatura en Español y Literatura de la Universidad Industrial de Santander, en Colombia. Tiene como objetivo mostrar la realidad de las cosas desde otro punto de vista, a veces con sarcasmo o ironía, a veces con crudeza y extravagancia, pero siempre con sentido crítico en todos los ámbitos sociales, políticos o religiosos, expuestos en tres apartados principales: Literatura, música y cine.
El mensaje principal en la página oficial de la Revista Coito informa que: “Revista coito es un espacio creado para descubrir el lado irreverente del arte. Lo que se propone no es un estilo o una imitación barata de algo que ya existe, sino una posibilidad de adentrarnos a una nueva forma de ver la literatura, la música, el cine, la pintura y la fotografía. Es un cambio del arte al que estamos acostumbrados, es una propuesta de todos, es una necesidad, que corre el riesgo de morir hoy mismo o de perdurar para siempre”.
El 16 de diciembre de 2012 la Revista Coito hizo su primera entrega: “Maldita Navidad”. Allí aparecieron nueve artículos críticos sobre la navidad tomada desde un punto de vista un poco más real. Los autores fueron estudiantes de Licenciatura en Español y Literatura, pero no es un espacio exclusivo para ellos. Cuando se hizo la convocatoria, la Revista Coito informó: “La Revista Coito hará su primera entrega el próximo 16 de diciembre. Los artículos de literatura, música, cine, pintura y fotografía irán en torno a la temática “Maldita Navidad”. Después de publicada la revista en formato PDF, se abrirá el espacio en esta página para que ustedes como lectores hagan sus aportes y opiniones sobre los artículos que más les interese. Los escritores de esta primera edición serán estudiantes y egresados de Licenciatura en Español y Literatura de la Universidad Industrial de Santander. Si alguno de ustedes, que sea o no estudiante de la UIS, desea participar con algún artículo alusivo a esta temática, envíelo antes del 13 de diciembre al correo revistacoito@hotmail.es, o si tiene alguna duda al respecto, puede dejar su comentario bajo este mensaje o enviarlo al correo electrónico ya especificado”. En este mensaje se puede ver claramente que el espacio es virtual y para todo público interesado en temas literarios.
Por este medio, invito a toda la comunidad interesada en participar como lectora o como escritora de la Revista Coito a inscribirse y a acceder gratuitamente a sus publicaciones en la página oficial: http://www.facebook.com/pages/RevistaCoito/456891631014963?notif_t=page_new_likes

domingo, 16 de diciembre de 2012

Feliz Navidad, Niño Jesús



Feliz Navidad, Niño Jesús
Jhon Monsalve 
Artículo publicado en la “Revista Coito”: http://www.facebook.com/revistacoito

Te escribo, ante todo, para desearte que seas feliz esta Navidad; siempre se olvidan de ti. Nadie ha caído en la cuenta de que tú también eres un niño, y como niño también sueñas, también quieres juguetes, también necesitas amor. Todos te piden cosas, pero nunca te dan nada. El año pasado me trajiste la bici que quería, y te agradezco. Este año tengo dos deseos: quiero que resuelvas algunas de mis dudas y que seas feliz, no porque das, sino porque al fin recibes... La risa de los bebés es especial: da la impresión de que aún guardaran los vestigios del cielo... Mi mamá me contó que eres hijo de Dios, y yo le dije que eso era obvio porque todos éramos hijos de Dios. Yo pienso que no debemos discriminar a nadie, y yo creo que Dios, tu Papá, debe dar ejemplo de eso.
Debo confesarte que no entiendo por qué te llaman Niño Dios, como si fueses un pasado del Todopoderoso. Tengo entendido que eres Jesús, y no Dios, eres una persona distinta a tu Papá. Mi mamá siempre te llama Niño Jesús, y es mucho mejor, y nadie se confunde.
Otra cosa: quiero preguntarte por qué la gente te adora como niño, si yo sé que tú ya creciste, moriste en la Cruz, resucitaste y luego te fuiste para el cielo, donde está tu Papá. Yo creo que la gente no debería alabarte como un niño, porque tú eres grande como la tierra, o sea que eres un gigante: eso me enseñaron en la catequesis.
Eso sí: ojalá nunca reciba respuesta de esta carta, pues así ratificaré mis sospechas: que, en realidad, tú no existes y que eres un invento de los papás...
Niño Jesús, que la pases muy bien en el cielo, donde, supongo, siempre hay nieve para jugar. Pensándolo bien: si eres el Niño Jesús, que está en el cielo, ¡entonces moriste cuando eras bebé! Lo siento mucho, Niño Jesús. Ten en cuenta, sin embargo, que allá estás con tu Papá, el más poderoso de todos, y ningún niño está triste al lado de su padre.
Ojalá no existas, Niño Jesús, para no sentirme engañado: en la Iglesia siempre me han dicho que tú creciste y moriste por mí. Si no creciste, entonces, ¿quién fue el que murió? Y si creciste, ¿por qué te alabamos a ti y te pedimos regalos?
Niño Jesús, en la catequesis también me enseñaron que la punta del árbol de Navidad representa la morada de los dioses, y las raíces, el infierno. Lo raro, Niño Jesús, es que a ti te ubican en la parte de abajo.
Niño Jesús, créeme que yo me sentiría mal si matan a miles de niños por mi culpa. Acaso, ¿no era justo dar la vida por ellos también? Niño Jesús, si existes, envíale una carta a todos los niños del mundo para informarles que el 28 de diciembre no es un día de relajo y de bromas, pues se conmemora la muerte de todos los niños que murieron en tu lugar y por tu culpa. Haz eso, y te aseguro que el resentimiento disminuirá.
Niño Jesús, esta Navidad solamente pido que, si existes (ojalá no existas), la pases bien, que te desaburras leyendo las cartas de todos los niños del mundo, que al fin te hayan enviado algún regalo, que respondas a mis preguntas... Si no lo haces, me daré cuenta de lo que siempre he sospechado: que mis padres y la Iglesia me han tomado como idiota.

lunes, 10 de diciembre de 2012

"Una visita de San Nicolás", de Clement Moore: comentarios y traducción


UNA VISITA DE SAN NICOLÁS
Autor: Clement Clarke Moore
Traducido por Jhon Monsalve

Imagen tomada de: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=453774467991772&set=a.257731730929381.55221.112130535489502&type=1&theater

Nota aclaratoria: En vista de que no se había hecho una traducción clara y comprensible de este poema a nuestro idioma, me puse en la tarea de traducirlo con buena cohesión y coherencia. Las demás traducciones están hechas sin sentido y sin la pasión que merece tan importante poema de Clement Moore, que da inicio a una de las tradiciones más importantes en la cultura occidental: Papá Noel. El autor tomó la figura del santo obispo del siglo IV San Nicolás, que perdió a sus padres debido a la peste de aquel entonces y donó todos sus bienes a los necesitados. Este solo hecho de bondad serviría para explicar el referente del poeta norteamericano Clement Moore. Pero hay más: aparte de relacionarse con los niños, se cuenta que, en cierta ocasión, unas mujeres, por carecer de la dote necesaria, no podían casarse con sus amados y corrían el peligro de quedar solteronas. San Nicolás, al ver esto, actuó de incógnito, metiéndose por la ventana para poner bolsas de oro dentro de las medias que las muchachas  ponían a secar junto a la chimenea. Teniendo en cuenta esto, entenderemos mejor el poema del profesor de Literatura griega Clement Moore.
Y una última cosa: Hace unos días vi una imagen en la que tenían a Papá Noel aprisionado porque había cometido el grandísimo error de quitarle protagonismo al Niño Dios. La imagen decía que no dejemos contaminar de comercio una celebración religiosa. Pues bien, muy bonito y heroico el hecho, pero lo hicieron sin tener en cuenta los hechos sociales e históricos que dieron paso a la figura de Papá Noel. En primer lugar, Papá Noel no nace porque sí, sino por una necesidad. Los protestantes (miren bien, queridos lectores, que el autor es de los Estados Unidos y comprendan, por favor, que yo ni siquiera creo en Dios) se daban cuenta de que en las épocas navideñas se pecaba más contra dios, que lo que se peca durante todo un año, y que, por otra parte, y la más importante, que la familia se desunía. La figura de Papá Noel aparece, entonces, para hacer la Navidad más familiar, y eso está mucho mejor que actuar mal a costillas del Niño Jesús. Más bien amarremos a este niño que, tal como lo insinuó Saramago en las últimas páginas de “El evangelio según Jesucristo”, trajo guerras y dolor al mundo... metámoslo en una bolsa y botémoslo al río de Oro, y pasemos con los nuestros, como diría San Nicolás: una Feliz Navidad y una feliz Noche Buena.
Jhon Monsalve

UNA VISITA DE SAN NICOLÁS
Autor: Clement Clarke Moore
Traducido por Jhon Monsalve


Era la noche de Navidad, un poco antes de las doce,
A la hora en que todo está en calma, hasta los ratones.

Habíamos colgado nuestras medias en la chimenea,
Para que San Nicolás las encontrara cuando llegara.

Acurrucados y abrigados bajo las sábanas,
Los niños, juiciosos, estaban durmiéndose.

Mi mamá y yo, con nuestra ropa de dormir,
Acabábamos de apagar la vela,
Cuando afuera, un ruido de campana,
Me hizo salir rápidamente de la cama.

Fugaz como una flecha hacia la ventana,
Escruté la inmensidad del cielo estrellado.

Sobre la nieve, la luna brillante,
Iluminaba la noche como si fuese el día.

Abrí mis ojos, y aparecieron a lo lejos
Un trineo y ocho renos no más grandes que una mano,
Dirigidos por un pequeño y alegre personaje:
Era San Nicolás, yo lo sabía.

Sus corceles volaban como si tuvieran alas.
Y les cantaba, con el fin de animarlos:
« ¡Vamos, Tornado! ¡Vamos, Bailarín! ¡Vamos, Furia y Vestido!
¡En Cometa y Cupido! ¡Vamos relámpago y Trueno!
¡Directo a ese porche, hacia ese muro!
¡Vamos, vamos, mis amigos! ¡Al triple galope!”.

Similares a las hojas muertas, llevadas por el viento,
Que suben hacia el cielo para superar los obstáculos,
Los renos volaron hasta  mi cabeza,
Con el trineo, los juguetes y San Nicolás.

Poco después oí sobre el techo resonar algo,
El pisoteo fogoso de sus pequeños zuecos,
La ventana estaba cerrada, y me volteé
En el preciso momento en que San Nicolás salía de la chimenea.

Su abrigo de piel, sus botas y su gorro
Estaban un poco sucios por la ceniza y el hollín.

Sobre su hombro, un saco lleno de juguetes
Le daba la apariencia de un extraño vendedor.

Tenía los cachetes rosados, unos hoyuelos encantadores,
Una nariz como una cereza y unos ojos brillantes.

Una boca pequeña que sonreía todo el tiempo,
Y una barba larga de un blanco muy puro.

De su pipa iluminada y atrancada entre sus dientes,
Subían en torbellino volutas de humo.

Tenía el rostro alegre, y su vientre redondo
Saltaba cuando reía, como un pequeño balón.

Era tan regordete, tan cachetón, este travieso duende,
Que no pude aguantar la risa, ni tapándome con la mano.

Pero con un guiño de ojo y una señal de la cabeza,
Me hizo comprender que yo no corría ningún peligro.

Luego sin decir una palabra, pues él tenía afán,
Se apresuró a llenar las medias, hasta el fondo,
Y se despidió poniéndose el dedo en la punta de la nariz,
Antes de desaparecer en la chimenea.

Oí el silbido de su tripulación,
Juntos se fueron como una pluma en el viento.

Antes de desaparecer, San Nicolás gritó:
“Feliz Navidad y feliz Noche Buena para todos”

jueves, 6 de diciembre de 2012

Análisis de "Dejemos hablar al viento", de Juan Carlos Onetti


ANÁLISIS DE “DEJEMOS HABLAR AL VIENTO”, DE JUAN CARLOS ONETTI: Julián Seoane como representación de la herencia gringo-suiza en la cultura latinoamericana,  Frieda como metáfora de Santa María y Santa María como configuración de América Latina, y, por último, Medina como buscador de soluciones
Jhon Monsalve
Imagen tomada de: http://www.gstriatum.com/energiasolar/articulosenergia/182-de-donde-viene-la-energia-del-viento.html
Este título extenso pudo serlo aun más si hubiésemos tenido en cuenta y hubiésemos estudiado a fondo no solamente esta novela de Onetti, sino toda su obra, porque, aunque cada una de sus novelas son un mundo aparte, pertenecen al universo de Santa María y a la saga que muy bien presenta el escritor uruguayo. Lo digo porque hay personajes que aparecen en todas las novelas, que se caracterizan según las acciones que ya vivieron en tiempos pasados: en La vida breve, en El Astillero, en Juntacadáveres. Por otra parte, afirmo que el autor presenta una saga de calidad, si la comparamos con la pobreza literaria que propone Sthefany Mayer, la escritora, pésima, por cierto, de la saga, pésima también, titulada “Crepúsculo” y que nuestros jóvenes la aceptan tan estúpidamente y tan ignorantemente por estos días. Sobra aclarar, querido lector, que trataré de hacer un análisis de “Dejemos hablar al viento” sin haber leído las novelas precedentes a esta: voy a tomar como mundo aparte (sin ignorar, claro está, que el mundo precedente es supremamente importante) la vida de los personajes en Lavanda y Santa María, sus acciones y comportamientos para definir, de esta manera, un ser latinoamericano con mala herencia extranjera, con una vida miserable en ciudades miserables, con un pesimismo a veces ignorado en sus causas y con una contrariedad: el no querer salir de ese mundo, no querer mirarlo, porque la vida ya lo dispuso así y no hay nada que hacer con ello. Esa es, pues, la importancia del existencialismo en la obra de Onetti, o por lo menos, en esta novela: se piensa negativamente ante la vida porque es más fácil que buscar soluciones a problemas sociales, porque esta facilidad llega de nuestra falta de entendimiento, de estudios y de lecturas. Vargas Llosa afirma al respeto del existencialismo de la obra de Onetti:
La gente que no lee, que no lo acepta, es la que tampoco se toma el tiempo de reflexionar sobre las posibles soluciones que haya ante tanto desdén por parte de Europa y Norteamérica. Nos volvemos muchas veces un Julián Seoane o una Frieda en lugar de un Medina. Vamos a identificarnos:
Medina: Comisario de Santa María, amante de la pintura,  que viaja a Lavanda por una aparente expulsión de su tierra a buscar un mejor futuro. Allí encuentra a Frieda con la que mantiene un relación de amistad y, a veces, de intimidad, y que lo ayuda a buscar una labor que, aunque no fuera acorde con sus aptitudes, le ayudara a sostenerse en la vida. Así es como empieza a trabajar de médico. Medina es un personaje caracterizado por no expresar sus sentimientos, es un ser que afirma no querer a nadie. Tiene dos amantes en Lavanda: Olga, a la que también llama Gurisa, y Juanina, una extraña mujer que, por realidad o alucinaciones de Medina, se convierte en perro y de perro pasa a mujer. Medina es el único que decide acabar con lo que le ha traído dificultades a su vida: con su hijo, Julián Seoane, que ni siquiera es su hijo, y con Frieda, una prostituta y cantante apodada Margot que, según él, sumerge a su hijo en las drogas y en el alcohol. Ya veremos más adelante la metáfora de cada uno de estos personajes; por el momento comprendamos que Medina cuando decide acabar con Frieda lo hace pensando en que esa sea la única posibilidad de acabar con los problemas. Su sorpresa, o tal vez ni lo sea tanto, es cuando Seoane muere, aparentemente de una sobredosis, con una nota debajo del sobaco, en la que afirma que el asesino de Frieda es él, Julián Seoane, y no otro.
Julián Seoane: Hijo de un gringo-suizo y de una mujer de Santa María de apellido Seoane. Desde su infancia sufrió mucho: tuvo que trabajar en el campo, bajo el cuidado y abusos salariales y humanos de su padre adoptivo que era un hacendado y, al parecer, médico, de muy difícil identificación (por lo menos para mí) en la novela. Después de ciertas situaciones, Seoane, la madre, adjudica la paternidad de su hijo a Medina y, sabiendo él que ese no es su hijo, llega el momento en que decide proponerle unas vacaciones en una casa campestre cerca de un río para que compartan tiempo y vida. Entre otras razones, la que llevó a Medina a proponerle esto y a pensar en una posible reconciliación fue que, en una operación como comisario,  le dio un golpe en la cara a su hijo adoptivo. Otra de las razones de esta propuesta era salvarlo de la droga y el alcohol que Frieda, según Medina, usaba para matar (sumergirlo en la drogadicción) minuto a minuto a su hijo. Compartieron, es cierto, y tal vez de allí salió un cariño especial que llevó a Julián Seoane a autoproclamarse como el culpable del homicidio de Frieda; quería salvar a su padre; de ahí el título del capítulo: “El hijo fiel”.
Frieda: Una mujer de cabaret, dueña con el tiempo de Casanova (nombre del antro), cantante y puta, apodada Margot, que conoce y ayuda a Medina cuando este no tiene trabajo, que incluso lo adopta en su casa, tienen intimidad, se pone celosa cuando aparece con Juanina o con Olga, la llamada también Gurisa. Una mujer borracha, que, al parecer, lleva a las drogas y al enamoramiento máximo a Julián Seoane, el hijo de mentiras de Medina. Una mujer que muere ahogada, en una situación extraña, una noche en que Medina, supuestamente, iba a madrugar para irse a la Capital, y que, por ende, necesitaba que Olga, la misma Gurisa, saliera bien temprano a observar los acontecimientos del lugar: Olga fue la primera que vio el cadáver de Frieda, mientras Seoane, el otro que permanecía en la casa, dormía, drogado y borracho. Los dos sospechosos principales fueron Olga y Julián: fueron entrevistados por el comisario de Santa María, el mismo Medina. Bueno: la única entrevistada fue Olga, que, por su declaración es bien definido que quien mató a Frieda fue el mismo Comisario. Seoane permanecía en espera, pero murió sin ser entrevistado; eso sí: dejó un papel que decía: “Hijo de mala madre no te preocupes más yo maté a Frieda”.
Santa María: Es imperativo tomar la ciudad como personaje, no solo porque es reiterativa en la novela, sino porque se considera como tal en toda la obra de Onetti. Santa María es una ciudad miserable, comprada por aquellos que tienen cómo comprarla, deshabitada por los considerados parias. Una ciudad sin futuro, sin ilusiones, pobre, tal como lo cita Carlos Franz en su trabajo “Latinoamérica, el astillero astillado: Una lectura de la Santa María de Onetti como metáfora de Latinoamérica”:          
“¿Cómo es Santa María? Pues, indescriptible o vaga; y al mismo tiempo exacta e inolvidable. Precisa hasta el costumbrismo en su Plaza Nueva, en el bar Berna, o en el Hotel Plaza, en la iglesia del padre Bergner, en la consulta médica de Díaz Grey. Y fantasmal, diluida en la llovizna que viene del río, o en el calor pegajoso del verano pampero, cuando caminamos por otras calles: «una calle de muros leprosos cubiertos casi todos por la espuma seca de las enredaderas»”.
Santa María, entonces, no es más que la misma Latinoamérica, la misma puta Frieda, la que supuestamente corrompe, pero que más bien es corrompida. Julián Seoane vendría siendo la víctima hipócrita de una situación que tal vez sea causada únicamente por él. En otras palabras, Medina, que todo el tiempo busca soluciones a lo que pasa y encuentra en el asesinato una salida definitiva, culpa a Frieda de corromper a su hijo, cuando Seoane no es más que un descendiente gringo-suizo, extranjero, borracho y drogadicto que se enamora de Frieda (como enamorarse de Latinoamérica) y no al contrario: Frieda nunca se enamoró del muchacho, nunca se enamoró de lo extranjero, pero, y he ahí el error de Frieda (lo que le costó la muerte) tampoco tomó decisiones drásticas para deshacerse de él. Es cierto: Seoane fue el asesino de Frieda, y esto es lo mismo que decir que lo extranjero (Gringo o suizo) fue el asesino de Latinoamérica.
Anotaciones finales
“Dejemos hablar al viento” es una novela divida en dos partes y compuesta de XLI capítulos. La primera parte se desarrolla en Lavanda, y la segunda, en Santa María. Es una novela que exige mucha concentración por parte de los lectores, sobre todo cuando no han leído las novelas precedentes a esta saga. Aunque al final ocurran sucesos policiales y aunque Medina sea comisario, no podemos catalogar a esta novela como policíaca porque va mucho más allá: es la representación vanguardista de una Latinoamérica miserable sumida en la basura y víctima de lo extranjero. El final de esta novela es la explicación del título: después del asesinato, después de que todo quedó claro, Olga hace el amor con Medina, mientras esperan a Santa Rosa, un viento muy fuerte que viene: el viento de la soledad, del cambio, de las cosas nuevas para Santa María, para Latinoamérica. Ese “Dejemos hablar al viento” es el llamado a buscar las soluciones para que el viento llegue en la paz y tranquilidad de una nueva sociedad a proponer la nueva vida y los nuevos cambios fuera de cualquier tipo de yugo o martirio. Al parecer, queridos lectores, Santa Rosa quiere venirse con ímpetu, y nosotros no la dejamos.