martes, 19 de julio de 2011

Análisis de Tortilla Flat, de John Steinbeck


BREVE ACERCAMIENTO AL ANÁLISIS ESTRUCTURAL
 Y DE CONTENIDO DE TORTILLA FLAT
Leer a John Steinbeck es sentirse parte de su obra. La Perla, una pequeña  novela, casi de la extensión de Tortilla Flat es el ejemplo de un regionalismo y posible costumbrismo que caracteriza al autor. ¿Cómo olvidar a Coyotito, la verdadera perla de la historia? Leer a John Steinbeck es comprender que el deseo del humano no depende de lo inerte, sino de su entorno, de lo que los demás quieran hacer de él y de sus cosas. En La perla, se demuestra eso: la perla, por decisiones, perspectivas, deseos y ambiciones de los otros, que modelan el pensamiento de Kino, no fue un elemento positivo sino de desgracia para la pobreza de un familia (la de Kino) a la que se le complica todo después de que a Coyotito, el bebé, le pica un animal. Ahora bien, de la misma manera como la perla y las distintas perspectivas cambiaron el pensamiento de Kino, que llegó incluso a matar, el trago cambia el comportamiento de Danny, en Tortilla Flat.
Tortilla Flat está escrita de forma cínica, casi insoportable. Esa manera, que se asocia a lo que se predica, se transmite al lector, que llega a pensar, posiblemente, igual a como pensaría un vecino de los personajes principales. Son 17 capítulos con títulos de novela caballeresca y picaresca: empieza introducido por la preposición De: De cómo Danny, al regreso de la guerra (…). Los capítulos van antecedidos por un prefacio, que introduce la narración. Lo picaresco sobresale, ante todo en: 
  1. El protagonista (en este caso, Danny, y con caracterísiticas similares, sus amigos) es un pícaro, de muy bajo rango social, aunque después herede las dos casas de sus abuelo: una de las cuales quemaron, por descuido alcohólico, sus amigos, y la otra que fue escenario del suceso final: Danny en su estado más bajo, visto como monstruo, posiblemente, por el estado bajo y ebrio de los visitantes.
2.El personaje principal se perfila como antihéroe: quiere arreglar su propio entorno, pero siempre termina siendo el mismo: como Danny, que se presenta destructor en el primer capítulo, trata de ser bueno durante toda la novela, pero le responde nuevamente, al final, con lo dado por la sociedad misma. Danny se vuelve aún peor, incluso un monstruo.
El lector se siente directamente implicado por el cinismo, muy parecido al cinismo de Ubu Rey, de Alfred Jarry. Pues bien: como Ubu Rey, Tortilla Flat podría catalogarse como una obra, además de picaresca, del absurdo, produco del alcohol que lleva a la locura, y no, como en Ubu, que parte desde la locura misma. Como Ubu Rey, Tortilla Flat podría ser una crítica social, como la presente en Las Uvas de la ira, también de John Steinbeck, que trata de tales problemas, basada en artículos de periódicos escritos y publicados previamente.
 En este pequeño análisis, se intenta hallar la axiología del comportamiento de Danny: un personaje que empieza como destructor a causa del alcohol, un personaje que no se controla cuando bebe y que talvez se siente seguro de romper las ventanas y propiedades ajenas cuando el trago se lo aconseja. Promete no volver a romper nada cuando recibe la herencia de su abuelo: dos casas que, ahora de su propiedad, lo hacen recapacitar sobre su comportamiento.
La historia también gira en torno a los amigos de Danny, que tienen, en la novela, capítulo aparte. Bien podría hacerse un paralelo de Danny con uno de ellos (como puede hacerse un paralelo entre Julio Orgaz y el sicoanalista, en la obra El desorden de tu nombre, del escritor españolJuan José Millás): con el pirata, que lleva consigo una fortuna ahorrada para Francisco de Asís y unos perros que cuidan su mugre y su pobreza, casi miseria. Los perros como imagen literaria podrían estar representando a los amigos de Danny, los cuidanderos de Danny, los amigos que demuestran su amistad al final de la historia: cuando Danny perdió la razón y ellos lo buscaban, aunque oían que hacía desastres y robos.
Cuando Danny volvió a casa, estuvo triste y ellos, junto al pueblo, le prepararon una fiesta. Trabajaron ya no por trago sino por su amigo, para que dejara la tristeza y fuera como antes: como lo fue antes de la locura repentina, causada tal vez por el trago; la misma locura que hizo que todo el pueblo en la fiesta jurara haber visto a Danny levitar, pelear y convertirse casi en un monstruo. Tortilla Flat es, entre otras cosa, la muestra satírica de las ilusiones y de la locura que produce el alcohol, que como isotopía es constante en toda la novela.